Los pasados huracanes Irma y María, en su paso por el Caribe, han
devastado Puerto Rico y las Islas Vírgenes Americanas. Los estragos resultaron
en diversas afectaciones a la infraestructura básica, como son el acceso a
electricidad, agua y otras necesidades primarias.
Pero eso no es
todo, la agricultura del país también sufrió graves problemas: diversas
plantaciones, fincas y el sistema general de producción agrícola fueron
destruidas y son hoy día inoperables (en Puerto Rico solamente, las pérdidas en
producción agrícola se estiman en 780 millones de dólares), informó Pablo
Noriega Robles de la organización latina en Estados Unidos, Descubre El Bosque.
Indicó que lo
anterior son repercusiones que afectan directamente a la vida cotidiana del ser
humano, pero muchas veces pasa de largo que existen otras especies que fueron
afectadas por este tipo de fenómenos naturales que se salen de control. Este es
el caso de las abejas puertorriqueñas que han sido afectadas con la misma
intensidad que el hombre.
Los huracanes
produjeron pérdidas gravísimas en el 80% de las colmenas principalmente usadas
para albergar colonias domésticas. Además, los árboles con cavidades naturales
que cobijaban otra parte de las colonias, también fueron destruidos por las
grandes ráfagas de viento.
Las abejas
sobrevivientes han organizado enjambres y están en busca de refugio en
estructuras de zonas residenciales, pero el problema es que se encuentran en
riesgo de morir de hambre, pues los huracanes Irma y María destruyeron todos
los recursos florales, eliminando de esta forma los nutrieres necesarios para
estas pequeñas trabajadoras de la naturaleza. Sin sus fuentes de polen, las
colonias sobrevivientes están en riesgo de colapsar.
A pesar de que los
apicultores están tratando de mantener las abejas vivas dándoles agua
azucarada, esta es una solución a corto plazo, pues sin recursos florales que
provean proteínas en forma de polen, las colonias supervivientes peligran
gravemente. En el mismo sentido, los apicultores han sido esenciales para la
agricultura local y para los cultivos especializados, pues son los encargados
de mantener cerca de 4,000 colmenas de abejas domésticas, detalló el
especialista.
Cuestionó “¿por
qué nos debe importa el estado actual de las abejas?, debido a que éstas y
otros polinizadores son la clave para la recuperación de la agricultura isleña,
pues de ellas depende la producción de piña, café, aguacates y muchos otros
frutos y vegetales.
Si bien los
apicultores están trabajando arduamente para levantar su industria, necesitan
urgentemente de ayuda para asegurar el resguardo de las abejas en las islas. Es
por eso que se está realizando una campaña de rescate para las abejas del
Caribe enfocada a:
1. Proveer auxilio
inmediato y apoyo para los apicultores de Puerto Rico y las Islas Vírgenes
Americanas (USVI).
2. Recoger fondos
para financiar la distribución de suplementos de proteína a 4,000 colmenas y
para que, en los próximos seis meses, se logren remplazar las colmenas perdidas
por el paso de María; esto mientras los ecosistemas y los recursos florales se
recuperan.
3. Ayudar a
fortalecer los servicios de polinización y de apicultura en las islas.
4. Valorar el
impacto de los huracanes en las otras especies polinizadoras de las islas, para
determinar cómo se puede proveer de ayuda a estas especies.
Informó que
cualquier persona puede ayudar a esta causa donando en la página https://www.gofundme.com/fund-for-puerto-rico039s-pollinators y así contribuir a la campaña
de recuperación que se está llevando a cabo actualmente por parte del Pollinator Partnership.
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