En
el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral
Regional (CIIDIR), Unidad Oaxaca al sur de México, del Instituto Politécnico
Nacional (IPN), el investigador Magdaleno Caballero Caballero y su alumno Luis
Miguel Pérez Silva, elaboraron un componente de origen vegetal con propiedades
similares a las del corcho, el cual funciona como tapón de botellas de
distintos licores.
Este
bagazo es un residuo fibrovascular que se obtiene de la destilación de los
jugos fermentados de las pencas de agave, está compuesto de fibra, médula y
residuos líquidos que al no encontrar otro uso, se acumula en forma de colinas
en la cercanía de las mezcaleras, es enviado a los campos de cultivo donde
queda abandonado sin ningún tratamiento o es tirado en ríos y arroyos debido a
la falta de espacio.
Se
señaló que su composición química lo hace resistente a la acción de
microorganismos y biodegradación, por lo que puede permanecer en el mismo estado
por mucho tiempo.
El
método de obtención del material consta de la colecta y acondicionamiento de
las fibras de bagazo y de agave en verde, para esto, se diseñó y construyó un
prototipo para formar una especie de conductos.
Después
de numerosas pruebas se logró la preparación y la fabricación del aglomerado
vegetal y en la última etapa se realizaron los ensayos conforme a las normas
que rigen la funcionalidad del corcho.
Caballero
Caballero explicó que si bien el compuesto no cumple en un sentido estricto con
todas las particularidades del corcho, sí demostró su funcionalidad absoluta
como tapón para las botellas de bebidas espirituosas, que son líquidos con
contenido alcohólico.
Agregó
que con este desarrollo es posible sustituir al corcho y a otros materiales no
renovables empleados para el mismo fin y reducir la importación, generar
empleos, proporcionar un valor agregado a desechos y desperdicios de la
industria mezcalera a cualquier escala, contribuir al cuidado del ambiente y
disminuir el uso de productos de origen petroquímico, además de crear otra
actividad productiva en el estado de Oaxaca.
El
catedrático advirtió que el principal problema del corcho consiste en que no es
abundante, ya que se obtiene de la corteza del Alcornoque y sólo crece en España,
Francia, Italia, Túnez, Argelia y Marruecos, además es un árbol que requiere de
tiempos muy largos para su aprovechamiento, porque se puede usar 30 años
después de su plantación, período de crecimiento de la corteza y su ciclo de
desarrollo se repite cada nueve años. Aunque son árboles longevos, entre 150 y
250 años, su escasez ocasiona precios altos.
El
desarrollo del CIIDIR está terminado y en la fase de mejora continua, donde se
seguirán realizando pruebas con la intención de mejorar la calidad y, de ser
necesario, modificar el proceso orientado a una rápida fabricación. Actualmente
se han iniciado los trámites para la protección intelectual.
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