Bajo
una perspectiva de inclusión, estudiantes y profesores de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en el
desarrollo de una silla de ruedas multiposiciones pensada para la
comodidad de adultos mayores y personas con discapacidad. Se trata de
una silla que puede convertirse en reposet o cama gracias a un
mecanismo de tijera que alinea el respaldo, el asiento y la base de
la pantorrilla, siguiendo una trayectoria completa de curva guía
para el deslizamiento.
Proyecciones
del Consejo Nacional de Población (Conapo) señalan que el proceso
de envejecimiento demográfico de México es irreversible, ya que las
generaciones más numerosas (las nacidas entre 1960 y 1980)
ingresarán al grupo de los 60 años y más a partir de 2020, lo que
significa que será un país con una población mayoritariamente de
adultos mayores.
Cabe
mencionar que la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los
Hogares (ENIGH) 2012 refiere que en México 6.6 por ciento de la
población total (alrededor de siete millones 751 mil 677 personas)
tiene alguna discapacidad; en tanto que el sector de la tercera edad
representa el grueso de las personas con discapacidad en el país,
pues de cada 100 adultos mayores, 31 reporta alguna discapacidad.
El
grupo universitario multidisciplinario está integrado por Humberto
Mancilla, Joel Valerio y Luis Felipe Cruz Méndez, docente y
estudiantes de la carrera de Ingeniería y Diseño Industrial
en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, respectivamente,
así como del doctor Adrián Espinosa, profesor en la Facultad de
Ingeniería.
Estos
jóvenes emprendedores planean incubar una empresa que ofrezca una
gama de productos similares, que sean funcionales para su uso en
casa-habitación y hospitales. Para ello, ya comenzaron con los
trámites de propiedad intelectual de este primer desarrollo.
Proyecto
de tesis
Al
respecto, Luis Felipe Cruz Méndez explica que actualmente
desarrollan un prototipo de la silla que sea funcional para este
sector de la población, que les permita aprovechar el espacio de
tres productos en uno.
Señaló
que “el proyecto inició como una inquietud de tesis de titulación
y conforme ha ido avanzando hemos visto que las oportunidades y el
crecimiento es totalmente aprovechable para la sociedad porque es una
solución para un problema real. Por ello decidimos no dejar el
proyecto en papel, planos o renders (imágenes digitales en modelo
3D), sino llevarlo a la realidad y qué mejor que con el desarrollo
empresarial”.
En
la FES Aragón hay un Club de Mecatrónica que desarrolla diversos
proyectos y está en constante comunicación con la Facultad de
Ingeniería en Ciudad Universitaria. Es a través de este contacto
que los profesores Espinosa y Mancilla hicieron sinergias en torno a
este proyecto.
Funcionamiento
Indicó
que están en la etapa de evaluación de modelos, los cuales elaboran
en escala de uno a tres, por medio de renders. “Ya tenemos los
materiales para comenzar con la fabricación del mecanismo pero aún
seguimos en el proceso de evaluación, por lo que una vez teniéndolo
listo realizaremos tres productos prototipo que someteremos a pruebas
con la población, para que nos digan qué cuestiones habrá que
mejorar”.
Por
el mecanismo de tijera con el cual está diseñada, la silla de
ruedas es la primera posición que puede utilizarse, pero gracias a
un componente tipo biela se convierte en reposet o
cama, según las necesidades del usuario.
Los
cambios los realiza la persona al sentarse, operando el dispositivo
ubicado al lado derecho, y al aplicar fuerza hacia delante o hacia
atrás es posible cambiar la postura. De esta manera, si el usuario
descansa el cuerpo a 120 o 140 grados, el mecanismo se detiene y
cumple como función de reposet.
Cuando se maniobra para que llegue entre 170 o 180 grados, se coloca
en una posición totalmente horizontal en la función de cama; y en
ese momento el mecanismo desciende cinco centímetros para que el
centro de masa tenga mayor estabilidad y seguridad.
Pensado
en estabilidad y ligereza a la vez, los desarrolladores
universitarios contemplan fabricarlas en aluminio con cubierta de
fibra de vidrio y espumas de memoria, a fin de que el usuario se
siente y el material adopte la forma ergonómica del cuerpo,
traduciéndose en comodidad.
De
acuerdo con los estudios de factibilidad, requieren una primera
inversión de 220 mil pesos (13,750 dólares) para arrancar las
operaciones, los cuales serían recuperados en un periodo de 36
meses. El modelo de negocios que contemplan incluye una producción
de 25 sillas al mes, comercializándolas a través de agentes de
ventas, con pequeños distribuidores o directamente en el taller.
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