Las
plagas y enfermedades forestales representan un riesgo para los
ecosistemas y, por lo tanto, para los medios de vida de las personas
que los habitan y dependen de sus recursos y servicios ambientales.
Sin embargo, la sanidad forestal poco ha sido atendida por la
Secretaría de Medio Ambiente federal (Semarnat), y sus organismos en
temas de bosques, así como de autoridades estatales.
De
acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), en México los
impactos de las plagas y enfermedades forestales se han incrementado
desde los últimos diez años. Asimismo, el cambio climático incide
en la sanidad forestal a nivel mundial ya que exacerba los efectos de
las plagas y enfermedades forestales al alterar la diversidad de
especies dentro de los ecosistemas, determinar el comportamiento de
insectos y patógenos, y aumentar el estrés abiótico (sequías,
inundaciones, vendavales) lo cual limita la capacidad de defensa de
los árboles, haciéndolos más susceptibles a los ataques.
Esta
situación reduce los incentivos económicos para que los
propietarios (sociales o privados) inviertan en el manejo de sus
recursos forestales, creando un círculo vicioso que favorece la
desprotección del bosque y la proliferación de plagas y
enfermedades. Además, las plagas y enfermedades forestales son
factores biológicos determinantes de la productividad forestal, por
lo que, en un contexto donde el gobierno de México pretende impulsar
la reactivación de la producción forestal a través de la
Estrategia Nacional de Incremento a la Producción Sustentable
(ENAIPROS).
Situación
por la cual el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura
Sustentable (CCMSS), dio a conocer que los principales obstáculos
identificados al respecto son:
El
Reglamento de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable
(LGDFS) que especifica tiempos de acción para notificar a la
autoridad competente sobre la detección de plagas y enfermedades
forestales, pero se tiene registro de retrasos en la autorización de
saneamiento que representa un problema grave al permitir el avance e
incremento de las afectaciones a los ecosistemas y servicios
ambientales, a la producción y productividad del sector.
De
acuerdo con entrevistas realizadas por el CCMSS a productores
forestales, el rango de tiempo para obtener una autorización de
saneamiento puede variar entre los 6 días (Durango), 3 meses
(Michoacán) y hasta 4 meses (Oaxaca). Los entrevistados
identificaron la burocracia y la falta de personal para atender las
solicitudes de saneamiento por parte de la SEMARNAT como las
principales causas de retraso.
Existencia
de procedimiento inadecuado para la obtención de apoyos federales
para sanidad forestal; cuando los productores
que quieren acceder a los subsidios de sanidad forestal entregados
por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) deben pasar por un largo
procedimiento dirigido por las oficinas centrales de este organismo y
las gerencias estatales. El procedimiento para obtener apoyos de
sanidad resulta inadecuado, en virtud de la atención urgente que
requieren los eventos de plagas y enfermedades para lograr su control
y reducir su riesgo de expansión.
Urge
mejorar
el financiamiento para atender el problema de plagas y enfermedades
forestales. La
CONAFOR otorga subsidios para realizar actividades de saneamiento y
compra de insumos que van desde 833 pesos (50 dólares)/hectárea
hasta 1,120 pesos/ha y apoyos para la asistencia técnica que van
desde los 167/ha hasta los 280/ha, dependiendo del tipo de plaga que
se trate. Estos subsidios resultan mínimos en comparación con el
costo real de saneamiento. Por ejemplo, en Oaxaca el costo de sanear
y restaurar una hectárea afectada podría rondar entre los 25,000 y
los 40,000 pesos, dependiendo de la accesibilidad del área a tratar.
Si
se le compara con el presupuesto asignado a incendios forestales, el
saneamiento forestal opera con relativamente poco presupuesto. Tan
sólo para 2015, la Coordinación General de Conservación y
Restauración de la CONAFOR asignó a sanidad forestal un presupuesto
de 85.5 millones de pesos (5 millones de dólares) y 449.1 millones
de pesos (26 millones 400 mil dólares) a incendios, sin considerar
los gastos de operación de cada programa, y los recursos destinados
a materiales, suministros y servicios generales para el caso de
incendios.
Ante
estos y otros problemas existentes en este sector, el CCMSS
propone que debe mejorarse
los tiempos para obtener la autorización de saneamiento y garantizar
una coordinación efectiva entre instituciones; garantizar
la atención inmediata de la SEMARNAT a autorizaciones de
saneamiento; establecer y hacer efectivo un plazo de actuación para
la SEMARNAT en el Reglamento de la LGDFS podría contribuir a mejorar
este aspecto; reducir
el procedimiento para obtener apoyos de la CONAFOR; retomar
experiencias de desembolso de recursos para la atención de temas
urgentes como incendios y las buenas prácticas de fondos que
complementan las acciones que deben realizarse para la atención de
emergencias, como el Fondo de Desastres Naturales; mejorar
el financiamiento para atender el problema de plagas y enfermedades
forestales; Asignar
mayor presupuesto fiscal para realizar acciones de detección,
prevención, detección, combate y control de plagas y enfermedades
forestales a nivel nacional y, de este modo, garantizar la atención
oportuna e inmediata de las necesidades urgentes en materia de
sanidad forestal.
• Garantizar
la supervisión y seguimiento de las acciones de saneamiento
forestal.
Además
de fortalecer
la estrategia de desembolso de subsidios para apoyar a productores y
propietarios de recursos forestales; replantear
una estrategia de apoyo a la región centro del país para atender el
problema de plagas que afecta a una parte considerable de su
superficie forestal en D.F. y Tlaxcala, que otorgue subsidios para
sanidad forestal y promueva la implementación de estrategias de
manejo integral de los recursos naturales, incluido el manejo
forestal.
Finalmente
debe solucionarse conflictos limítrofes que impiden atender los
problemas de plagas y enfermedades forestales por medio de generar
estrategias adecuadas para la atención a eventos de plagas y
enfermedades forestales cuando existan conflictos limítrofes. Para
esto, retomar las experiencias aprendidas de la solución de
conflictos limítrofes en Oaxaca, donde las autoridades de gobierno y
las comunidades han desarrollado estrategias de diálogo y solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario