Un
peligro para ciclistas rodar en CDMX
La
Ciudad de México (CDMX) pese a que ha incorporado gradualmente
espacios e infraestructura para ciclistas, los altos niveles de
inseguridad vial hacen que este medio de transporte no sea una opción
de movilidad, aunado a que el número de accidentes de tráfico en
los que estuvo involucrada una bicicleta aumentaron 44% de 2000 a
2014, según cifras del INEGI.
En
2014, en la CDMX hubo 162 accidentes de tránsito en los que estuvo
involucrada una bicicleta. Sin embargo, no es la más peligrosa. En
León, Guanajuato hubo 285 accidente en ese mismo año. Por debajo de
la CDMX y León estuvo Hermosillo, Sonora con 156 accidentes de este
tipo. En Monterrey y Guadalajara, donde las autoridades han
construido infraestructura ciclista en los últimos años, se
registraron 113 y 89 accidentes, respectivamente, durante ese año.
Sin
embargo, las cifras oficiales sobre accidentes de ciclistas son todo
menos confiables para Areli Carreón, miembro y fundadora de
Bicitekas, organización que detectó que la Cruz Roja, la Secretaría
de Seguridad Pública y los servicios de emergencia de hospitales
públicos y privados no cruzan su información, por lo que desconocen
si se registran todos los incidentes o si hay algunos que se repiten
sin darse cuenta.
Incluso
la Secretaría de Salud admite en su estudio Más ciclistas, más
seguros, que en el 42% de las muertes en accidentes de tráfico las
autoridades desconocen las causas precisas de muerte.
Ejemplificó
con algunos casos como fue el 15 de mayo de 2009, cuando Liliana
Castillo Reséndiz circulaba por Av. Universidad, cerca de Mayorazgo.
Se dirigía a la Facultad de Filosofía y Letras cuando un auto que
venía a exceso de velocidad la atropelló. Una semana después,
falleció a causa del golpe en la cabeza que recibió al caer de la
bici.
En
su honor, se colgó la primera Bicicleta Blanca en la Ciudad de
México en el lugar donde fue atropellada. Las Bicicletas Blancas o
Bicicletas Fantasma surgieron en Estados Unidos como memoriales para
las personas que murieron mientras circulaban en estos vehículos.
Con ellas se busca recordar a los ciudadanos que este tipo de
accidentes pueden evitarse.
Ese
mismo año, y tan sólo dos meses después de que apareciera la
primera Bicicleta Blanca, dos más fueron instaladas en la Ciudad de
México. Una en uno de los puentes peatonales de Chapultepec en honor
de Estela de la Luz Valles, estudiante de 18 años y otra en la
Condesa por Ignacio Santiago Martínez, policía en bicicleta de 25
años de edad.
Los
accidentes fatales continúan. En noviembre de 2015, Monserrat
Paredes fue atropellada por un conductor del transporte público que
invadió el carril ciclista. Monserrat transitaba por Paseo de la
Reforma, una de las principales avenidas de la CDMX. Se dirigía de
su trabajo a la universidad. Luego del accidente el chofer del
vehículo huyó del lugar.
A
pesar de estas historias, la CDMX está entre los últimos lugares en
cuanto a muerte de ciclistas en comparación con otras ciudades de
América Latina, según el estudio Ciclo-inclusión en América
Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Pereira
en Colombia tiene el número de muertes más elevado de la región:
1.2 muertes de ciclistas por cada 100,000 habitantes al año. Le
siguen Cali, también en Colombia con 0.8 muertes; San Salvador en El
Salvador con 0.8; São Paulo, Brasil con 0.7 y 0.5 en Santiago,
Chile. La Ciudad de México se encuentra en el penúltimo lugar de 18
ciudades con 0.07 muertes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario