miércoles, 15 de junio de 2016

Un peligro para ciclistas rodar en CDMX

Un peligro para ciclistas rodar en CDMX
La Ciudad de México (CDMX) pese a que ha incorporado gradualmente espacios e infraestructura para ciclistas, los altos niveles de inseguridad vial hacen que este medio de transporte no sea una opción de movilidad, aunado a que el número de accidentes de tráfico en los que estuvo involucrada una bicicleta aumentaron 44% de 2000 a 2014, según cifras del INEGI.
En 2014, en la CDMX hubo 162 accidentes de tránsito en los que estuvo involucrada una bicicleta. Sin embargo, no es la más peligrosa. En León, Guanajuato hubo 285 accidente en ese mismo año. Por debajo de la CDMX y León estuvo Hermosillo, Sonora con 156 accidentes de este tipo. En Monterrey y Guadalajara, donde las autoridades han construido infraestructura ciclista en los últimos años, se registraron 113 y 89 accidentes, respectivamente, durante ese año.
Sin embargo, las cifras oficiales sobre accidentes de ciclistas son todo menos confiables para Areli Carreón, miembro y fundadora de Bicitekas, organización que detectó que la Cruz Roja, la Secretaría de Seguridad Pública y los servicios de emergencia de hospitales públicos y privados no cruzan su información, por lo que desconocen si se registran todos los incidentes o si hay algunos que se repiten sin darse cuenta.
Incluso la Secretaría de Salud admite en su estudio Más ciclistas, más seguros, que en el 42% de las muertes en accidentes de tráfico las autoridades desconocen las causas precisas de muerte.
Ejemplificó con algunos casos como fue el 15 de mayo de 2009, cuando Liliana Castillo Reséndiz circulaba por Av. Universidad, cerca de Mayorazgo. Se dirigía a la Facultad de Filosofía y Letras cuando un auto que venía a exceso de velocidad la atropelló. Una semana después, falleció a causa del golpe en la cabeza que recibió al caer de la bici.

En su honor, se colgó la primera Bicicleta Blanca en la Ciudad de México en el lugar donde fue atropellada. Las Bicicletas Blancas o Bicicletas Fantasma surgieron en Estados Unidos como memoriales para las personas que murieron mientras circulaban en estos vehículos. Con ellas se busca recordar a los ciudadanos que este tipo de accidentes pueden evitarse.
Ese mismo año, y tan sólo dos meses después de que apareciera la primera Bicicleta Blanca, dos más fueron instaladas en la Ciudad de México. Una en uno de los puentes peatonales de Chapultepec en honor de Estela de la Luz Valles, estudiante de 18 años y otra en la Condesa por Ignacio Santiago Martínez, policía en bicicleta de 25 años de edad.
Los accidentes fatales continúan. En noviembre de 2015, Monserrat Paredes fue atropellada por un conductor del transporte público que invadió el carril ciclista. Monserrat transitaba por Paseo de la Reforma, una de las principales avenidas de la CDMX. Se dirigía de su trabajo a la universidad. Luego del accidente el chofer del vehículo huyó del lugar.
A pesar de estas historias, la CDMX está entre los últimos lugares en cuanto a muerte de ciclistas en comparación con otras ciudades de América Latina, según el estudio Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Pereira en Colombia tiene el número de muertes más elevado de la región: 1.2 muertes de ciclistas por cada 100,000 habitantes al año. Le siguen Cali, también en Colombia con 0.8 muertes; San Salvador en El Salvador con 0.8; São Paulo, Brasil con 0.7 y 0.5 en Santiago, Chile. La Ciudad de México se encuentra en el penúltimo lugar de 18 ciudades con 0.07 muertes.


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