La
Ciudad de México es una de las ciudades con más desperfectos
asfálticos en el país. Hasta finales de 2015, se calculaba que
existían más de 12 mil 600 baches sin atender, hecho que ha
afectado a sus habitantes y más que ser elementos que ayudan a
proteger a los peatones se han vuelto motivo de conflicto entre
vehículos, autoridad y personas a pie.
Según
cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, anualmente se
pierden alrededor de 33 mil millones de pesos entre accidentes,
reparaciones y pago de daños a terceros que se generan por la
deficiencia en la movilidad, cifras que tan sólo atañen a la Ciudad
de México.
Desde
2014 la autoridad de la Ciudad de México, anunció que se
invertirían más de 100 mil millones de pesos en la reparación de
baches y coladeras destapadas, problemas que hasta el día de hoy
lucen lejos de ser solucionados y cuya inversión o soluciones nadie
ha podido apreciar en las calles.
Según
especialistas de la Asociación Mexicana del Asfalto, el problema que
durante años ha enfrentado la ciudad, sus habitantes y sus
autoridades radica en el tipo de material y el proceso de sellado de
los baches el cual además de generar más contaminación, tienen una
muy baja durabilidad debido al proceso natural de filtración del
agua y a la presión que ejercen tantos autos sobre el asfalto.
El
propio gobierno ha aceptado la posibilidad de utilizar asfalto
hidráulico el cual si bien tiene una mayor durabilidad, es sumamente
caro y para su colocación se necesitan cerrar calles por horas,
generando contaminación y caos vial.
De
ahí surge la posibilidad de cambio de perspectiva y optar por un
bacheo sustentable en donde se mezcla de asfalto en frío, que es una
solución amigable con el medio ambiente que puede ser aplicada sin
utilizar calor ni combustible. Asimismo, se puede emplear en
cualquier tipo de clima, reparando la fisura en un aproximado de 10
minutos debido a lo práctico de su colocación, hecho que resulta de
mucha ayuda para evitar embotellamientos.
Al
ser un material que no necesita de complementos para funcionar,
aumenta la disponibilidad en zonas donde escasea el producto sin
necesidad de grandes equipos y personal, representando un ahorro en
la inversión de estos activos.
Este
tipo de proyectos son impulsados por la empresa MTE Infrared, que ha
desarrollado este tipo de mezcla bajo el nombre de Tapabaches
, una fórmula que a diferencia de las demás, funciona como los
productos de alto rendimiento, ya que es posible manejarlo a
temperaturas de asfalto tradicional, para crear un producto de gran
durabilidad.
Cabe
estacar que Tapabaches
ha probado su eficiencia en casos de éxito como los del municipio de
Tlalnepantla en donde se han reparado 36 mil 280 baches en 19
avenidas, 38 colonias, 12 unidades habitacionales, 13 pueblos, 30
fraccionamientos y ocho zonas industriales desde el inicio de la
actual administración.
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