Ante la importancia que puede significar la modificación de la ley
de Biodiversidad por parte del Congreso de la Unión de México, diversos grupos
ambientalistas han mandado a las instancias legislativas diversas observaciones
para con el fin de que las especies de flora y fauna y ecosistemas mexicanos se
preserven.
El
diálogo y consenso social de la misma, se basa en que se tiene que tener una
consulta amplia de todos los sectores sociales y, dejar en claro que no existe
ninguna posibilidad de quitar veda de uso de biodiversidad en casos exitosos
que al momento han mostrado recuperación como son los pericos.
Aunque al momento, ese es un
punto toral que no se tiene muy claro y que la sociedad no quiere se pierda el
avance que se ha ganado al respecto, pues, diversos sectores han clamado este
punto a la Senadora del Partido Verde (PVEM) Ninfa Salinas, quien ha propuesto
el uso comercial y quitar veda a especies recuperadas; que ha recibido el apoyo
irrestricto de sectores oficiales como el titular de la Secretaría de Medio
Ambiente (SEMARNAT) del gobierno mexicano, Rafael Pacchiano, acudió al Senado
para expresar su apoyo a la legisladora y su ley impulsada.
Aunado a la legisladora, la
SEMARNAT, y otros sectores que se han desdicho de sus palabras y paternidad de
esta iniciativa en discusión, como ha sido la investigadora Julia Carabias, que
con antelación apoyaba esta iniciativa del PVEM, quien además pide que se detenga la ley, se hagan foros, y se discuta con todos los
sectores, cuando antes decía que la ley tenía que ser aprobada en este período
de sesiones para no detenerse por un año, indicando que los foros ya se habían realizado
y se tenían las consultas necesarias (Link
video: https://youtu.be/vvrEsrE-7Fc).
Cabe recordar que Julia Carabias, (creadora de la
SEMARNAT) hace tiempo había declarado que es pertinente reformar el marco legislativo sobre la biodiversidad para
actualizar y armonizar la normatividad en esta materia.
Indicando que muchas de las reformas realizadas en
los últimos años han sido adendas que desarmonizaron el marco legal, lo
hicieron más complejo y, en algunos temas, poco claro, lo cual repercute en su
aplicación y en la impartición de justicia.
Que la Ley
General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) no puede
debilitarse en este intento de reforma. La LGEEPA es el marco
regulatorio general en materia ambiental, establece las orientaciones
generales, vincula y articula los temas en esta materia y da un sentido de
integralidad a la gestión del medio ambiente.
Que la Ley General de
Biodiversidad debe contener el desarrollo legislativo de las disposiciones
generales de la LGEEPA.
Añadiendo que una
parte del debate se ha sesgado y reducido al tema de si las prohibiciones sobre
el aprovechamiento de algunas especies silvestres deben o no mantenerse en la
nueva LGB, o más bien reforzarse en otras disposiciones normativas. Este sesgo
desvía la atención pública de lo esencial: llevar a cabo un análisis muy
concienzudo, durante el tiempo necesario, para formular los mejores preceptos
posibles y alcanzar los consensos públicos entre los especialistas, los dueños
de los recursos naturales, los legisladores y la sociedad en general, para la
conservación de la biodiversidad en su conjunto.
La Ley General de Biodiversidad reformaría diversas
disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente (en adelante LGEEPA) y se abroga la Ley General de Vida Silvestre (en
adelante LGVS). Dicha iniciativa tiene por objeto integrar en un solo
ordenamiento lo previsto en el Título Segundo de la LGEEPA, la Ley General de
Vida Silvestre y en el Protocolo de Nagoya sobre el acceso a recursos
genéticos.
Esta iniciativa se estima abre la puerta no
sólo a la conservación, aprovechamientos sustentable y restauración de la
biodiversidad y los servicios ambientales o ecosistémicos, sino que implica una
nueva gestión ambiental y de los recursos naturales en nuestro país, que pudiera
tener efectos no deseados, principalmente porque se debilita uno de los
ordenamientos jurídicos más importantes en la materia.
Desde la entrada en vigor de la LGEEPA en
enero de 1988, ese ordenamiento se convirtió sobre todo por su carácter
“General”, en una especie de ley marco, que lo mismo
distribuye competencias entre los tres órdenes de gobierno, establece
principios, criterios y consideraciones generales para la gestión ambiental y
de los recursos naturales que deben ser observadas por todas las autoridades.
PIDEN ESCRITORES Y CATEDRA MÁS DIÁLOGO Y NO LEY
EXPRESS
La privatización de los recursos genéticos y
del conocimiento tradicional, así como la omisión en la protección de especies,
entre ellas las tortugas marinas y las aves, son fallas de la iniciativa de la
Ley General de Biodiversidad, cuya aprobación de dictamen está en ciernes para
próximos días en el Senado.
Lo cual, catalogó la organización Greenpeace
es un error y muestra una gran urgencia del Partido Verde por sacar esta
iniciativa durante este mes.
La organización señaló que la Comisión de
Medio Ambiente y Recursos Naturales del Senado intenta aprobar el dictamen sin
haber consultado a los pueblos y comunidades indígenas, pese a que con ello se
abriría las puertas a la privatización de los recursos genéticos y el
conocimiento tradicional de México.
A esta crítica se sumaron, en una carta
pública que se divulgó en diversos
medios de comunicación que fue firmada por escritores como Elena Poniatowska,
Víctor Toledo y académicos.
Con esta legislación, asevera el organismo,
se abriría la puerta para que industrias como la farmacéutica, cosmetológica o
agroindustrial puedan patentar conocimientos ancestrales para bioprospección,
es decir, búsqueda de nuevas fuentes de compuestos químicos, genes, proteínas,
microorganismos y otros productos de la biodiversidad, con fines comerciales.
Para Gustavo Ampugnani, director de
Greenpeace, esta iniciativa de reforma se encuentra en el sentido mercantilista
de la conferencia de las partes de biodiversidad, realizada en Cancún en
diciembre pasado, en donde el titular de la SEMARNAT se comprometió (como
funcionario emanado del PVEM) a sentar las bases para la participación del
sector privado en el uso de la biodiversidad.
EJEMPLOS DE SUS ARTÍCULOS Y SU POLÉMICA
En su Artículo 56, la propuesta de ley de biodiversidad, prohíbe el
aprovechamiento con fines extractivos, de subsistencia o comercial, de solo 3
especies de tiburones y 2 especies de peces sierra, desprotegiendo a otras que
están en peligro y se incluyen en el actual Artículo 60 de la Ley General de
Vida Silvestre, como mamíferos marinos y primates (60Bis), tortugas marinas
(60Bis1), las aves de la familia de los Psitácidos (pericos y guacamayas)
(60Bis2) y los manglares (60TER).
En los Artículos 40 y 42 de la iniciativa, se habla de recursos
genéticos y conocimientos tradicionales. Pese a que se consideran parte de la
biodiversidad, su protección es débil porque abre la posibilidad de ser
patentados, a lo que se suma la confidencialidad sobre convenios de
bioprospección (exploración de propiedades con potencial comercial para la
industria).
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