El
proyecto de investigación y de avance tecnológico con aplicaciones médicas,
llamado Wearobot, se caracteriza por ser prótesis inteligentes que se adaptan
al cuerpo del paciente y ayudan a atender los miembros del cuerpo que padecen
lesiones parciales o definitivas que dañan su movilidad; con costos accesibles
a cualquier paciente.
Este traje al estilo “Iron Man”, se
divide en piezas que da más flexibilidad al cuerpo y da la fuerza que requiera
el miembro dañado en la persona. Esta investigación viene desde el 2014 que ha
logrado grandes avances al contar con apoyos oficiales y privados. Esta
innovación permitirá que este biotraje salga al mercado en un costo de 3,400
dólares, cuando en el mundo este tipo de exoesqueletos llegan hasta los 42 mil
dólares.
El CEO y CoFundador de este producto, e investigador
en Robótica, Ernesto Rodríguez Leal, dijo a este reportaje que “estamos enfocados en adultos mayores, pero en
general trabajamos para cualquier persona que presenta problemas de
osteoporosis, lesiones en articulaciones o derrames cerebrales. Es por eso que
vimos la oportunidad de confeccionar un exoesqueleto completo para darles movilidad
física y rehabilitación”.
Ahondó en que este traje se adapta al paciente que ya
sea niños o adultos lograrán tener rehabilitación desde el hogar debido a que
el exoesqueleto tiene un dispositivo que se conecta a una aplicación de Internet
y de esa manera el médico podrá mandar instrucciones para realizar rutinas de
ejercicios y monitorear el avance del paciente.
Detalló que estos trajes de Iron Man
ayudan a mejorar la movilidad de personas con problemas de movilidad; y estas
patentes se separa en varias partes para asistir a diversas articulaciones en
el cuerpo; así la gente sólo atiende su rehabilitación
Estimó que un exoesqueleto común del
mercado actual tiene un costo estimado de 67 a 125 mil dólares; y al momento
este producto lo pueden fabricar en 8 mil dólares, este para casos severos en
lesiones medulares. Mientras que un rehabilitador con realidad virtual tiene un
costo de 1,000 dólares.
Ahondó que en 2017, está firme el plan
de lanzamiento del exoesqueleto de Werobot que puede ser de una pieza o todo el
cuerpo que es conectado en su plataforma llamada Merlin que le hace tener una
conexión de interfase con la menta humana para funcionar al tomar señales del
cerebro para así mover el cuerpo.
Detalló que este concepto nació de que hace años su
padre comenzó a perder su movilidad; y que pese a
operarse y recibir cientos de horas de terapia su condición no mejoró
totalmente. De ahí que se enfocará a diseñar estas adaptaciones tecnológicas al
estilo de Iron Man.
Explicó que han recibido más de medio
millón de dólares de diversas instancias oficiales y privadas para crear
prototipos en su proceso de aceleración para enfocarse en contar con los
recursos financieros necesarios y posicionar el producto.
Cabe mencionar que en el mundo existen 975
millones de personas en el mundo que sufre de pérdida de movilidad; por ello,
es que este traje de "Iron Man" busca mejorar la movilidad del adulto
mayor o cualquier persona que sufra de pérdida de motricidad.
En cuanto a las afecciones más comunes que
causan pérdida de movilidad se encuentran los derrames cerebrales que afectan a
9.9 millones de personas en Europa, Estados Unidos y Japón. 600 mil personas en
los mismos países son afectadas por lesiones medulares, 800 mil con esclerosis
múltiple y cerca de 1.9 millones sufren Parkinson.
Indicó que “nuestra tecnología usa señales
cerebrales y musculares para determinar el instante en el que las
articulaciones del cuerpo requieren de fuerza. Nuestros exoesqueletos
modulares, es decir, que pueden separarse en varias partes, pueden ser la
solución para la democratización de esta tecnología”.
Las lesiones que provocan pérdida
de movilidad en adultos mayores o personas con disparidad física es causada principalmente
por trauma (lesión medular) o eventos cardiovasculares (derrame cerebral). Que
al momento son atendidas por diversas tecnologías diseñadas para la asistencia
de movimiento, pero estos dispositivos actualmente son poco accesibles, pues
sus costos llegan hasta los 125,000 dólares.
Siendo, este punto, una gran innovación
que estos esta empresa creada por universitarios ha destacado, ya que su
exoesqueleto baja su costo hasta 50% por unidad, lo cuál, democratiza a estos biotrajes electromecánicos que proporcionan
asistencia durante el movimiento y que permite que el usuario pueda mejorar sus
capacidades físicas.
Indicó que en este año 2017 espera
consolidar su crecimiento, más al ser el proyecto ganador del certamen The
Venture que le dará presencia global en este concurso en su competencia a
realizarse en los Estados Unidos.
Para este año, dijo espera producir 120
unidades que tendrán un precio de venta de 30,000 dólares, lo que representa
una reducción del 50% del precio de exoesqueletos en el mercado. “Después de esto
buscamos tener una reducción del 50% adicional del precio para el segundo modelo
del dispositivo que se pondrá a la venta en el año 2019. Lo cual al final puede
resultar en que un exoesqueleto regular baje de entre 75 mil y 125
mil dólares a sólo 6 mil ó 10 mil dólares.
Por su parte, Eduardo Piña, ingeniero
mecatrónica y Cofundador de esta empresa, dijo a este reportero, que este traje brinda fuerza en las articulaciones y
su modularidad se enfoca en las articulaciones más afectadas y ser flexibles
para rehabilitación en mayor capacidad que lo actual del mercado., así se
exponencía la capacidad de recuperación.
Esta tecnología está diseñada en elementos
actuales del mercado para eficientar el diseño y que le permite ser un producto
modular; ejemplo es que si tienes un problema en una rodilla, solo adquirirías
una rodillera y no una silla de ruedas. Este concepto que aún no existe en el
mercado, es un aspecto médico que tratamos de impulsar como innovación.
Este biotraje es colocarse como parte de
la ropa y sus controles motores ayuda y da la fuerza para ser movible de forma
autónoma y que no requiera que se tenga a una persona para dirigir al usuario
de los módulos.
Al momento tienen 3 patentes tecnológicas,
de las cuales una está en proceso de ser internacional para estar protegida. Lo
que les permitirá hacer pruebas médicas en Houston, Estados Unidos.
El equipo de trabajo de este proyecto, indicó cuenta
con participación de Lizbeth López, Eduardo Piña, Ricardo Robert, Ernesto
Rodríguez Leal y Jesús Tamez Duque, quienes desarrollan diferentes partes del
exoesqueleto, que trabajan en un laboratorio de Robótica que cuenta con apoyo
del Consejo nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Tecnológico de
Monterrey, campus Nuevo León.
Concluyó que este exoesqueleto busca ser impulsado en
Estados Unidos, tras probar varios procesos de incubadoras en México; de ahí
que se trabaje en delimitar en Texas sus labores de aplicación, pruebas y tener
un dispositivo democratizado de bajo costo.
DISEÑAN MEXICANOS SILLA DE RUEDAS
MULTIPOSTURAL
Bajo una perspectiva de inclusión, estudiantes y profesores de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en el desarrollo de una
silla de ruedas multiposiciones pensada para la comodidad de adultos mayores y
personas con discapacidad.
Se trata de una silla que puede
convertirse en reposet o cama gracias a un mecanismo de tijera que alinea el
respaldo, el asiento y la base de la pantorrilla, siguiendo una trayectoria
completa de curva guía para el deslizamiento.
Proyecciones del Consejo Nacional de
Población (Conapo) señalan que el proceso de envejecimiento demográfico de
México es irreversible, ya que las generaciones más numerosas (las nacidas
entre 1960 y 1980) ingresarán al grupo de los 60 años y más a partir de 2020,
lo que significa que será un país con una población mayoritariamente de adultos
mayores.
Cabe mencionar que la Encuesta Nacional de
Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2012 refiere que en México 6.6 por
ciento de la población total (alrededor de siete millones 751 mil 677 personas)
tiene alguna discapacidad; en tanto que el sector de la tercera edad representa
el grueso de las personas con discapacidad en el país, pues de cada 100 adultos
mayores, 31 reporta alguna discapacidad.
De ahí que el grupo universitario multidisciplinario
integrado por Humberto Mancilla, Joel Valerio y Luis Felipe Cruz Méndez,
docente y estudiantes de la carrera de Ingeniería y Diseño Industrial en
la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, respectivamente, así como del
doctor Adrián Espinosa, profesor en la Facultad de Ingeniería.
Planteen incubar una empresa que ofrezca
una gama de productos similares, que sean funcionales para su uso en
casa-habitación y hospitales. Para ello, ya comenzaron con los trámites de
propiedad intelectual de este primer desarrollo.
Al respecto, Luis Felipe Cruz Méndez
explica que actualmente desarrollan un prototipo de la silla que sea funcional
para este sector de la población, que les permita aprovechar el espacio de tres
productos en uno.
Señaló que “el proyecto inició como una
inquietud de tesis de titulación y conforme ha ido avanzando hemos visto que
las oportunidades y el crecimiento es totalmente aprovechable para la sociedad
porque es una solución para un problema real. Por ello decidimos no dejar el proyecto
en papel, planos o renders (imágenes digitales en modelo 3D), sino llevarlo a
la realidad y qué mejor que con el desarrollo empresarial”.
Indicó que están en la etapa de evaluación
de modelos, los cuales elaboran en escala de uno a tres, por medio de renders.
“Ya tenemos los materiales para comenzar con la fabricación del mecanismo pero
aún seguimos en el proceso de evaluación, por lo que una vez teniéndolo listo
realizaremos tres productos prototipo que someteremos a pruebas con la
población, para que nos digan qué cuestiones habrá que mejorar”.
Por el mecanismo de tijera con el cual
está diseñada, la silla de ruedas es la primera posición que puede utilizarse,
pero gracias a un componente tipo biela se convierte en reposet o cama, según las necesidades
del usuario.
Los cambios los realiza la persona al
sentarse, operando el dispositivo ubicado al lado derecho, y al aplicar fuerza
hacia delante o hacia atrás es posible cambiar la postura. De esta manera, si
el usuario descansa el cuerpo a 120 o 140 grados, el mecanismo se detiene y
cumple como función de reposet.
Cuando se maniobra para que llegue entre 170 o 180 grados, se coloca en una
posición totalmente horizontal en la función de cama; y en ese momento el
mecanismo desciende cinco centímetros para que el centro de masa tenga mayor
estabilidad y seguridad.
Pensado en estabilidad y ligereza a la
vez, los desarrolladores universitarios contemplan fabricarlas en aluminio con
cubierta de fibra de vidrio y espumas de memoria, a fin de que el usuario se
siente y el material adopte la forma ergonómica del cuerpo, traduciéndose en
comodidad.
De acuerdo con los estudios de
factibilidad, requieren una primera inversión de 220 mil pesos (13,750 dólares)
para arrancar las operaciones, los cuales serían recuperados en un periodo de
36 meses. El modelo de negocios que contemplan incluye una producción de 25
sillas al mes, comercializándolas a través de agentes de ventas, con pequeños
distribuidores o directamente en el taller.
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