Desde hace más de diez años en México se comenzaron a
operar autos cuyos motores funcionan con gas natural vehicular (GNV). Varias entidades
de la república echaron a andar programas impulsados por el gobierno mexicano, en
los que unidades de carga, de transporte y de uso particular realizaran la
conversión para transitar con la finalidad de lograr una mejor calidad del
aire.
Gracias a dichos programas hoy nuestro país cuenta con más de 10,000 unidades
bajas emisiones que circulan con GNV. Estos vehículos corresponden a taxis en
un 45%, transporte de pasajeros en un 15% y 40% a transporte de carga.
El 2017 representó un aumento
considerable a los precios de gasolina como parte de la Reforma Energética, por
lo que los usuarios están ávidos de alternativas en materia de energía
automotriz. Una de ellas es cambiar de auto por uno más moderno, lo que
funciona para algunos con mayores posibilidades económicas, sin embargo
existe la opción de convertir los vehículos a GNV o continuar usando gasolina,
lo que contribuye al aumento de gases de efecto invernadero.
Si se aprecia esta realidad en términos económicos, convertir una unidad
de 4 cilindros a GNV representa un ahorro de entre 5 y 6 mil pesos (320
dólares) mensuales para un usuario de alto consumo, como un taxi, sin contar el
incremento al rendimiento del vehículo.
Además, el uso de dicho
combustible ocasiona un impacto ambiental positivo, lo cual en la Ciudad de
México representa obtener el holograma 0, gracias al programa de combustible
alterno para vehículos de uso exhaustivo y de esta forma, cumplir con las
normas establecidas por la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal.
La conversión a gas es un proceso de adaptación de un sistema nuevo de
combustible al motor respetando los valores de funcionamiento del origen.
Teóricamente se puede convertir cualquier motor de gasolina a gas; pero en la página
de internet de la Secretaría del Medio Ambiente se puede consultar por
localidad, la lista de vehículos homologados para dicha conversión.
En este proceso se hacen
adaptaciones al motor, por lo que se realiza en talleres especializados y no
requiere mantenimientos o costo adicionales. La adaptación / conversión dura de
2 a 4 días y consiste en: diagnóstico, configuración, instalación, calibración.
Como primer paso, realiza un diagnóstico para estar al tanto de las
condiciones del vehículo. En la configuración se determina cuáles son los
elementos que corresponden a cada tipo de motor, para pasar a la instalación.
El taller de conversión a gas tiene que verificar 65 puntos para la instalación
del sistema a gas establecidos por el fabricante. En la calibración se revisa
que los parámetros de funcionamiento sean idénticos a los de gasolina,
obteniendo así un funcionamiento perfecto en gas.
Dicho proceso puede tener un sistema dual, esto quiere decir que el
conductor podrá elegir entre el uso de gasolina o de GNV para alimentar de
combustible a su vehículo, mediante una válvula selectora, para el caso de
viajes largos o situaciones en las que no sea posible llegar a una estación de
servicio. Los cilindros que se instalan en la cajuela del coche resisten altas
presiones y están fabricados de fibra de carbono, lo que garantiza su alta
resistencia a impactos.
A diferencia de otras tecnologías, en la conversión a GNV se instala un
chip para monitorear el estado del vehículo y asegurar que cumple con la
normatividad vigente. Éste debe contar cada año con un dictamen aprobatorio que
lo certifique como una unidad segura, de lo contrario no se le surtirá el
combustible.
En el caso de elegir la alternativa de vehículos eléctricos e híbridos,
en México existe una lista entre 12 y 18 diferentes unidades que ya se
encuentran en operación, con los requerimientos a gusto de la empresa o
usuario, que cumplen con características en utilidad, economía y
sustentabilidad.
Cada vez será más común viajar y transportarse en vehículos híbridos y
eléctricos, tan es así que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz
(AMIA) reporta que durante noviembre 2017 la venta de vehículos híbridos y
eléctricos fue de 909 unidades, 2.0% por debajo de lo registrado durante el
penúltimo mes de 2016. Las ventas estuvieron compuestas por 31 vehículos
eléctricos y 878 híbridos.
Ante dicha realidad de movilidad y cambios en tecnología, en el AltFuels
México, en su tercera edición a realizarse a fines de abril en Ciudad de México
(CDMX), se tendrá una reunión de 170 expertos en la industria de vehículos y
combustible alternativo para dialogar sobre estos requerimientos. Dicho evento
es realizado por la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN) y la Asociación
Mexicana de Gas Natural Comprimido y Líquido (AMGNCyL).
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