En un proceso electoral como el que se vive en México los
candidatos deben realizar un análisis de quiénes serán los votantes que tienen
un peso importante en la toma de decisiones y ofrecer propuestas concretas a
este grupo de la población, de acuerdo con el Registro Federal de Electores del
Instituto Nacional Electoral (INE), al corte del 5 de diciembre del 2017, las
cifras señalan que hay 26.5 millones de ciudadanos entre 18 y 29 años con las
condiciones para votar, lo que representa casi 30% del padrón electoral, es
decir, uno de cada tres votos proviene de este sector de la población; la mayor
parte de ellos se concentra en el rango de 20 a 24 años, cuando empiezan su
vida laboral y englobando poco más de 11 millones de votantes.
Al
respecto, Alán Fierro, Director Comercial de la empresa mexicana de Recursos
Humanos A3O Group, considera que esta es sin duda un área de oportunidad para
cualquier aspirante que desee capitalizar el voto joven.
Dijo
que “este sector de la población está particularmente preocupado por el futuro
de su trayectoria profesional, las condiciones de vida que enfrentarán y qué
propuestas hay para mejorar la empleabilidad juvenil, pues para la mayoría de
ellos, la etapa académica quedó atrás, o está por terminar y se preparan para
entrar en la lucha por encontrar un trabajo que brinde estabilidad y
posibilidades de crecimiento profesional”.
El
sufragio de los jóvenes es decisivo en cualquier contienda electoral,
especialmente al considerar que en el proceso electoral de 2012 se definió por
3.3 millones de votos, mientras que en 2006 hubo una diferencia de apenas 243
mil sufragios, según datos del extinto Instituto Federal Electoral.
El
último dato disponible del Índice Armonizado de Desempleo, indicador realizado
por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su
apartado de Tendencias y Perspectivas del Mercado Laboral, mostró que la tasa
de desempleo entre los jóvenes menores de 25 años se ubicó en 6.9% en México,
mientras que el índice general fue de 3.4%.
Durante
este sexenio se creó una cifra histórica de empleos formales de 4 millones 43
mil plazas al cierre del primer trimestre de este año, según estimaciones del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), casi tres de cada cuatro empleados
que fueron contratados en ese periodo (72.26%) reciben entre uno y tres
salarios mínimos.
Detalló
que la política laboral para el sector juvenil debe ser una de las principales
propuestas para los aspirantes a la presidencia, este es un nicho que puede dar
un golpe de timón al proceso electoral, aún nos quedan dos meses para llegar al
1 de julio.
Por
ello, indicó es esencial que los candidatos a la presidencia de nuestro país
pongan especial atención en los jóvenes, qué piensan, cómo se comunican, cuáles
son sus inquietudes y metas a futuro, porque con esto podrían hacer la
diferencia el día de la elección y durante el sexenio en puerta.
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