El talento y emprendimiento mexicano no se quedan atrás, ya que
gracias al ingenio y pasión de muchos universitarios, nuestro país fue
reconocido en diversas competencias, y los estudiantes demostraron que la
ciencia y tecnología están al nivel de los mejores.
Algunos
de estos proyectos mexicanos que sin duda están enorgulleciendo a México son:
Quantum: Este equipo
formado por ingenieros de CETYS Universidad se convirtió en uno de los primeros equipos
mexicanos en participar en PROYECTO ARLISS, una
competencia de robots satelitales del tamaño de una lata de refresco, llamados
CANSATS, que se realiza en Arizona y en la que participan de equipos de todo el
mundo. Además, han ganado primeros lugares en varias competencias nacionales.
Biogás: Rocío Ramírez
Jiménez y Mariana Lara González, estudiantes de CETYS Universidad, participaron
en el Global Social Innovation Challenge, organizado por
la University of San Diego, con su proyecto “Biogás del Hogar”, el cual
consiste en un prototipo que permite aprovechar los residuos vegetales de
la cocina para generar biogás, un tipo de energía de biomasa que se puede
utilizar para la calefacción, el alumbrado y la electricidad en general.
El Coche Autónomo: Un grupo de ingenieros
está trabajando en un prototipo de coche autónomo que será capaz de trasladar a
dos personas de un punto a otro de manera autónoma y segura, a través de un
sistema de aplicaciones móviles e Internet de las Cosas, es decir, no tendrá un
volante de dirección ni la necesidad de ser controlado por un chofer; siendo
además 100% eléctrico, lo que lo hace amigable con el medio ambiente.
Interfaz Cerebral: Nataly Medina, una
ingeniera catalogada como Promesa de la Ingeniería 2018, es la creadora de un
proyecto que se dedica a detectar los niveles de fatiga mental en los
trabajadores. La interfaz consta de una diadema con electrodos o sensores que
se conectan a la corteza cerebral, de forma no invasiva, y que mantiene una
conexión inalámbrica con una computadora.
COREH: Jorge Luis
Sánchez Espinosa, , y Fernando López López, estudiantes de ingeniería
mecatrónica, lograron materializar el
proyecto COREH (Collarín
Ortopédico de Rehabilitación Electrónica), innovando el collarín ortopédico
convencional a través de la inclusión de tecnología, lo que permite disminuir
los tiempos de rehabilitación y efectos no deseados de la misma. COREH
acelera la recuperación por medio de fisioterapias predeterminadas en las que
intervienen el control de temperatura y vibraciones. Esto, a través de una
serie de motores tipo pastilla que generan ligeras vibraciones y una variación
de temperatura a través de calentadores flexibles que, en equipo, trabajan en
el músculo mediante una aplicación manejada vía bluetooth.
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