“El problema de la saturación de anuncios publicitarios en el
paisaje y mobiliario urbano ya viene de años atrás y conforme pasa el tiempo la
contaminación visual se hace más severa por la falta de voluntad política para
implementar la Ley de Publicidad Exterior del Distrito Federal”, comentó Jorge
Carlos Negrete Vázquez, Presidente de la Fundación por el Rescate y
Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU).
Detalló
que en 2010 se publicó la primera ley de publicidad exterior del entonces
Distrito Federal hoy Ciudad de México (CDMX), el objetivo de esta normativa es
ser una herramienta de solución adecuada al problema de la contaminación visual
y a la irregularidad de los anuncios publicitarios; pero nada cambio.
Se
buscaba el reordenamiento de los mismos, es decir retirar todos aquellos
anuncios que de acuerdo a la ley no cumplen con la norma y colocarlos
respetando las distancias mínimas, así como es necesario la realización de los
nodos publicitarios e impedir colocar estructuras publicitarias que no
cumplieran con lo establecido, pero denunció que muy poco cambio en la realidad
de las calles.
El
presidente de la FRRPU menciona que los 5 rubros más importantes de
afectaciones y problemas que provienen de la publicidad exterior desordenada
son los siguientes:
1.-
Saturación: En la Ciudad de México existen alrededor de 2 mil 500
anuncios espectaculares sólo en azoteas de inmuebles, además hay cerca de 5 mil
500 autosoportados y 8 mil vallas y tapiales, aparte tenemos publicidad en
muros ciegos, bardas, dentro de los vehículos y estaciones de transporte
público, adheridos a taxis, combis, autobuses, casetas telefónicas, buzones,
puestos de revistas, de flores, de préstamo de bicicletas; estaciones y
columnas de reciclaje, bajo puentes, columnas del segundo piso, pendones en
postes, mantas, etc.
2.-
Riesgos de protección civil: La publicidad exterior ha sido considerada
un riesgo de protección civil, así lo ha reconocido la autoridad desde hace más
de 10 años. Cabe destacar que cada año en temporadas de lluvias y como
consecuencia del fuerte viento, en la Ciudad de México se caen en promedio 20
estructuras, mismas que siempre ocasionan daños y en algunos casos lesiones. En
2017, el número aumentó a casi 200.
3.-
Alteraciones en la salud: La saturación de publicidad exterior en
espacios públicos al recibir y querer procesar los mensajes que vemos de los
anuncios, ya sea de manera consciente o inconsciente, cuando la cantidad de
información es muy grande, el cerebro no tiene capacidad real para procesar
toda ella y la única manera que tiene para hacerlo es a través del estrés lo
que tiene consecuencias en la salud de las personas.
Al
igual que el uso de luz y sonido en algunos puntos publicitarios incrementa el
nivel de contaminación que producen, lo que a su vez se traduce en más estrés
para quien transita por el lugar.
4.-
Afectaciones al paisaje urbano: Existen varios factores que pueden
deteriorar el paisaje urbano, por ejemplo, las pintas, la destrucción del
mobiliario, la falta de infraestructura adecuada, la basura y la contaminación
visual derivada de publicidad, entre otros. Esta última es evidente en el caso
de la Ciudad de México.
5.-
Riesgos para conductores: De acuerdo a algunos estudios, alrededor de
60% de los conductores reconocen haber sido distraídos por anuncios
publicitarios, lo que ocasiona cerca del 15% de los accidentes viales las
ciudades. De todos los formatos disponibles, los espectaculares y las pantallas
electrónicas son las que se constituyen como el distractor más severo y
peligroso, los primeros por su tamaño, los últimos por sus contenidos,
luminosidad y colocación.
La
falta de regulación adecuada de la luminosidad en pantallas electrónicas ha
permitido que en su colocación no se cuiden límites y produzcan golpes de luz a
los conductores, estos al deslumbrarse pueden ocasionar accidentes.

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