Los datos muestran que el mundo está
encaneciendo, se espera que el número
de personas mayores a 65 casi se duplique –a un 15% sin precedentes de
la población mundial– entre 2015 y
2045. La proporción incluso será mayor en algunas regiones:
aproximadamente uno de cada tres japoneses y uno de cada cuatro europeos y
estadounidenses.
Las implicaciones para la economía global –y para los
inversionistas– de dichas poblaciones envejeciendo rápidamente no son tan
claras como podría esperarse, de acuerdo con un nuevo artículo de investigación
de Vanguard, La Economía de un Mundo
Encanecido. El artículo es parte de la serie Megatendencias, la cual
considera los efectos de cambios fundamentales en las economías globales.
Nuestra investigación sugiere que, contrario a las suposiciones populares:
Las personas mayores trabajarán por más
tiempo, según las edades de elegibilidad para los programas de
jubilación públicos se incrementen a
nivel mundial.
La productividad podrá aumentar según los costos en aumento, en mercados laborales más estrechos, incentiven
la inversión.
El envejecimiento creciente de la población no necesariamente conduce a menores
rendimientos de inversión.
Las personas mayores no consumen menos que las
poblaciones más jóvenes, simplemente consumen de forma distinta.
De acuerdo a Jonathan Petersen, economista del Vanguard
Investment Strategy Group, el último punto en particular
muestra cómo las presunciones acerca de
la demografía pueden ser erróneas. Parece razonable asumir que es
probable que las personas reduzcan su gasto más tarde en sus vidas,
especialmente cuando ya no perciben un sueldo.
Añadió que “esto encaja con lo que muchos de nosotros hemos notado
con los familiares mayores: Ellos no compran ropa nueva porque ya tienen un
“perfectamente buen” guardarropa, o conducen un coche viejo porque “aún tiene
muchas millas por recorrer”.
Detalló que nuestra investigación, sin embargo, sugiere un
contrapunto. Los patrones de consumo
anteriores de las personas mayores tanto en el mundo desarrollado como en
desarrollo desafían la narrativa común de un descenso abrupto en la demanda de
bienes y servicios. Los datos de estudios de las Naciones Unidas de 40
países muestran niveles estables de consumo como un porcentaje de ingresos que
comienza en la juventud.
La información más detallada disponible, para los Estados Unidos,
mostró que las personas mayores gastan
de forma distinta, no necesariamente menos. Las personas que están
entrando a la jubilación empiezan a reducir los gastos en ropa, viajes,
entretenimiento, coches. También gastan un poco menos en salir a comer y en
educación.
Pero ellos comienzan a gastar más en otras cosas. Según muestra la
siguiente ilustración, la atención médica se convierte en un gasto mayor
conforme las personas envejecen. Los
gastos en vivienda también se incrementan, especialmente para las personas de
edad muy avanzada, quienes más a menudo viven en casas de retiro o en
centros de asistencia para estancia prolongada.
Un hallazgo clave de nuestra
investigación para que los patrocinadores y participantes de planes consideren,
no obstante, es que el encanecimiento del mundo no necesariamente resultará en
un futuro sin crecimiento o rendimientos sobre activos deprimidos.

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