La Asociación Nacional de
Industrias del Plástico, A.C. (ANIPAC), dio a conocer que, como parte de las acciones
que realiza para contribuir a revertir la contaminación del medio ambiente, está
impulsando el desarrollo de una economía circular del plástico en México, en
corresponsabilidad, donde se incluya a todos los sectores de industria y se
considere la participación de las organizaciones civiles, gobierno y sociedad, para
que en conjunto, se adopten soluciones viables con bases científicas e
investigación.
El problema de la contaminación de los
ecosistemas en México, es ocasionado por el mal manejo de los residuos sólidos,
de los cuales más del 50% son orgánicos y sólo el 11% representa a los
plásticos, de acuerdo con datos de la anterior Secretaría del Bienestar del
gobierno mexicano. Esto demuestra la importancia de hacer un rediseño del
proceso de gestión, no sólo de los plásticos (por ejemplo, las bolsas
representan menos del 1% del total de residuos), sin embargo, el problema se ha
magnificado con un ataque severo a la industria en general.
Ante este escenario, la ANIPAC propone a
gobierno, industria y sociedad, acelerar los esfuerzos para la generación
expedita de una economía circular del plástico en México, cuyo objetivo
primordial es que para el año 2025 todos los envases, empaques y embalajes de
productos de consumo sean 100% reutilizables, reciclables y compostables como
lo dicta el Acuerdo Global de la Nueva Economía del Plástico, firmado por la
asociación a finales de 2018.
“La economía circular es un concepto muy
amplio. Se trata de trabajar en soluciones que aborden las causas fundamentales
de la disposición final de los plásticos y disminuir la contaminación. Es generar
la visión de una economía donde los plásticos nunca se conviertan en residuos,
ofreciendo una solución de raíz al problema con profundos beneficios
económicos, ambientales y sociales”, declara Raúl Mendoza, director general de
la ANIPAC.
Entre los objetivos adyacentes de la economía
circular están: la eliminación de envases plásticos innecesarios a través del
rediseño, la innovación y nuevos modelos de empaques; establecer modelos de reutilización, lo que
reduce la necesidad de empaques de un solo uso, y utilizar recursos renovables (el
uso de plásticos está totalmente desacoplado del consumo de recursos finitos,
es decir, hay que lograr una reducción del uso de plásticos vírgenes; el uso de
contenido reciclado debe ser esencial, con el tiempo, los insumos vírgenes
restantes -si los hubiera- deberán cambiar a materias primas renovables y
compostables en las que se haya demostrado que al usarlos existen beneficios para
el medio ambiente; además, la producción y el reciclaje de plásticos deben ser
alimentados completamente con energías limpias).
“La
salida sencilla al problema de la contaminación ha sido la prohibición, que omite
propuestas para el uso de materiales alternativos al plástico, cuando éstos se
conviertan en residuos, o los recursos que se tienen que utilizar para su
reciclaje. Tampoco considera el análisis del ciclo de vida de esos otros componentes (el cual generará
otros impactos al ambiente), ni el factor económico que se va a afectar: la
industria del plástico representa el 3 % del PIB manufacturero de México y
genera casi un millón de empleos a nivel nacional”, agregó.
“Se trata de trabajar en conjunto, de evitar
enfrentamientos y actitudes de resistencia a los cambios. La industria, al
igual que la sociedad civil, busca el mejoramiento de las condiciones
ambientales. De ninguna manara consideramos al consumidor como el único
responsable, estamos convencidos y lo hemos reiterado contundentemente, que es
necesario trabajar unidos. Las soluciones unilaterales son una falacia, el
acompañamiento de la sociedad y el apoyo del gobierno es primordial para lograr
con éxito fines en común”, finalizó.

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