El aumento sin precedentes de las
cifras de solicitantes de asilo en Latinoamérica, sobre todo relacionado con
las situaciones que atraviesan Venezuela, los países del norte de Centroamérica
y Nicaragua, ha llevado a los sistemas de asilo al máximo de sus capacidades.
Los países americanos poseen una larga tradición de
asilo, cuentan con legislaciones sobre protección de refugiados y procedimientos
de determinación individual de dicha condición que, en general, respetan los
estándares internacionales y regionales pertinentes. Sin embargo, las diversas situaciones
humanitarias existentes en la región y el incremento exponencial del número de
solicitudes de asilo ha venido presionando los sistemas de asilo.
A la fecha, existen 13 millones de personas de interés
del ACNUR en las Américas, de las cuales 644.000 son personas refugiadas y 1.3
millones son solicitantes de asilo.
Ante ese panorama se llevó a cabo la Tercera Mesa
Redonda de la Iniciativa de Control de Calidad del Asilo (QAI, por sus siglas
en inglés), que se enfocó en contribuir al fortalecimiento de los sistemas
nacionales de asilo, a través de mejorar las capacidades de los Estados para
determinar la condición de refugiado en el contexto de flujos masivos de
refugiados y movimientos mixtos a gran escala.
Asimismo, sirvió como antesala del Primer Foro Mundial
sobre Refugiados, que se celebrará en Ginebra los días 17 y 18 diciembre, un
espacio de intercambio de herramientas y buenas prácticas sobre los sistemas de
asilo, incluidas las modalidades de tramitación de solicitudes y los procesos
de registro y gestión de los casos. Además, el foro global servirá para que los
participantes planteen compromisos sobre el fortalecimiento de los sistemas de
asilo.
Mark Manly, Representante del ACNUR en México, afirmó
que el objetivo de los gobiernos y el ACNUR es asegurar que los sistemas de
asilo en las Américas sean justos y eficientes. Remarcó que “en el pasado nos
enfocamos principalmente en asegurar acceso a los procedimientos de
determinación y el respeto del debido proceso. Ahora, tenemos que enfocarnos
también en medidas de eficiencia para poder procesar el número creciente de
solicitudes de asilo que vemos en el continente”.
“Esto lo vemos claramente en México, cuando iniciamos
con el proceso hace 6 años, el número de personas que solicitaban la condición
de refugiado rondaba las 2,000 por año, hoy en día eso es lo que recibimos en
una semana y por ende eso implica cambios importantes en la forma de trabajar”,
expresó.
Andrés Ramírez, titular de la Comisión Mexicana de
Ayuda a Refugiados, dijo que, ante el incremento de personas desplazadas en la
región, México incluido, la simplificación de procedimientos se ha convertido
en una necesidad imperiosa.
“Es fundamental que podamos avanzar en la eficiencia,
en la celeridad, en la productividad, sin detrimento de la calidad de los
procedimientos,”, señaló.
En diciembre de 2014, 28 países y tres territorios de
América Latina y el Caribe adoptaron la Declaración y Plan de Acción de Brasil.
Así, se estableció el Programa de “Asilo de Calidad” con el fin de alcanzar
progresivamente sistemas de asilo armonizados a nivel regional, mejorar los
procedimientos de elegibilidad, fortalecer la capacidad y el conocimiento de
las autoridades de asilo, e introducir conceptos eficientes de gestión y manejo
de los procedimientos. Hoy, diversos países de la región son parte de la QAI.
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