La empresa Dyson anuncia un
proyecto global con tecnología portátil –una mochila- de monitoreo de aire para
investigar los cambios en la calidad ambiental durante y después de la
cuarentena por COVID-19.
Debido al confinamiento derivado de la contingencia
sanitaria, muchas ciudades de todo el mundo están viviendo modificaciones. Por
ejemplo, la disminución en el tránsito de autos, situación que puede provocar
cambios ambientales en términos de la calidad del aire. Los nuevos tiempos
requieren medidas distintas para registrar y prevenir el efecto de agentes
dañinos para la salud.
Por ello, como forma de preparación ante estos
cambios, y en acción de fomento a la investigación, esta empresa junto con el
Kings College London y la Greater London Authority, lanzan una mochila que
permite monitorizar y registrar la calidad del aire de manera rápida, portátil
y cómoda.
La mochila cuenta con sensores a bordo, baterías y
localizador GPS, lo que permite recopilar datos del aire sobre la marcha. Su
tecnología de detección de contaminantes está basada en la que se utiliza en
los purificadores de aire Dyson y, por medio de trabajos de diseño, se logró un
dispositivo de monitoreo de aire más pequeño y liviano, al mismo tiempo que
captura con precisión la exposición a diversas partículas suspendidas (PM2.5,
PM10 y VOC y NO2).
Este proyecto es de naturaleza global y abarca la
participación de tres continentes y 14 ciudades, en el que los participantes
usarán la mochila de calidad del aire de Dyson para recopilar datos por medio
de fotografías instantáneas (generadas por la mochila) de su exposición
personal a la contaminación del aire durante y después de la cuarentena.
Actualmente, la investigación se encuentra en la
primera fase, en la que la recolección de
datos de la calidad del aire se hará durante el periodo de encierro. Los
participantes usarán la mochila durante actividades permitidas como una visita
al supermercado, la rutina diaria de ejercicios o la salida de un trabajador
esencial.
Una vez que se hayan levantado las restricciones en
las ciudades, comenzará la fase dos, en la que se repetirá el procedimiento de
la primera, en esta ocasión, fuera del periodo de confinamiento.
Con esto, los ingenieros de Dyson podrán comparar
los datos arrojados y, de esta forma, comprender mejor el efecto del encierro
en la exposición diaria a la calidad del aire de las personas que viven en las
ciudades.
Para garantizar la precisión de los datos en el
sensor de la mochila al aire libre, se recopilarán lecturas de las estaciones
de monitoreo de la ciudad para validar aún más los hallazgos. Utilizando datos
anónimos de sus purificadores conectados, que acumulan más de 1.9 millones a
nivel mundial, Dyson también explorará tendencias más amplias en los niveles de
contaminación del aire interior durante este período.
Los conjuntos de datos combinados ayudarán a dar una
indicación del efecto del encierro en la contaminación del aire interior y
exterior en las ciudades de todo el mundo, respaldado por los hallazgos de la
red de sensores de calidad del aire exterior estático preexistente.
Los datos disponibles sobre la calidad del aire
exterior de estas fuentes indican una reducción en los niveles de NO2 en las
principales ciudades bajo cuarentena, posiblemente debido a la disminución de
los vehículos diesel en las carreteras como resultado de las restricciones por
el confinamiento.
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