jueves, 14 de agosto de 2014

Crean sensores híbridos contra tomas clandestinas de hidrocarburos

Con el objetivo de detectar fugas y tomas clandestinas en los ductos que transportan hidrocarburos investigadores del  Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav) desarrollaron sensores híbridos de fibra óptica capaces de medir vibración y temperatura.
Ello fue informado por el Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología (Conacyt), en donde se detalló que si bien ya existen algunos sensores para medir vibración y otros para detectar temperatura, este sensor es el primero que mide ambos parámetros simultáneamente, es por eso que se le denomina híbrido.
La misma tecnología funciona para detectar intrusos y puede aplicarse en sitios de gran extensión que requieren mantener seguridad permanente. Puede ser instalada en aeropuertos, cárceles, estaciones militares o zonas estratégicas.
Al respecto, Alfredo Márquez Lucero, líder de este desarrollo, indicó que se concreto con base a una solicitud de Petróleos Mexicanos, Pemex, y forma parte del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos.
Como se sabe, los poliductos de Pemex están enterrados y las personas que roban hidrocarburos excavan hasta encontrarlos. Posteriormente, les sueldan una boquilla, después los perforan, y finalmente, extraen el producto.
Cuando cavan la tierra, provocan una primera vibración, la segunda se lleva a cabo en el momento de soldar la boquilla y una tercera se realiza cuando perforan el ducto con un taladro. Con este tipo de tecnología se puede detectar la vibración desde el momento en que se inicia la perforación. Como se había mencionado, estos sensores de fibra óptica, además de medir la vibración, también pueden detectan los cambios de temperatura.
Al ser los hidrocarburos líquidos que están a una temperatura diferente, las fugas pueden ser detectadas al presentar cambios en dicho parámetro, por esa razón, si hay una fuga, natural o provocada, se presentará un cambio en el medio ambiente y, ya sea que se enfríe, o que se caliente, los sensores detectan exactamente la sección donde se presenta el incidente.
Los sensores de fibra óptica se encuentran afuera del ducto, colocados a 50 centímetros de distancia. La fibra óptica es un medio de transmisión, en este caso de luz, y es tan delgada como el cabello humano. Los investigadores del CIMAV colocan la fibra en un sensor (físicamente es un cable) de tres capas y, por la parte central, pasa la luz.
Debido a que estos sensores pueden medir vibración y temperatura al mismo tiempo, es el primer sistema híbrido desarrollado a nivel mundial y tiene ventajas de instalación, mantenimiento y reparación. Existen otros que sólo miden uno u otro factor. Gracias a los resultados está en trámite la patente internacional.
Para comprobar su efectividad, se realizaron dos simulacros con personal y equipo de Pemex. El segundo simulacro se llevó a cabo en dos kilómetros de un área controlada y cerrada del municipio de Apodaca, ubicado en Monterrey, Nuevo León. Los resultados demostraron que el sistema es sensible y puede detectar una toma clandestina desde sus inicios, y así ofrecer tiempo suficiente para que las autoridades competentes actúen, porque excavar y perforar el poliducto lleva alrededor de hora y media.

Además, se comprobó el envío de señales para informar, en tiempo real, al personal de la torre de Pemex, ubicado en el D. F. Cada 50 kilómetros hay un monitor y sus mediciones son continuas a lo largo de toda la fibra óptica, esto asegura una manera efectiva de vigilancia.  

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