sábado, 4 de enero de 2014

Técnica y ciencia mexicana fuente de soluciones sostenibles

Para los sectores de investigación de México la mitigación y la adaptación al cambio climático sólo se podrá enfrentar integrando a la ciencia y tecnología en la toma de decisión y la implantación o consecución de las políticas de desarrollo sustentable del país, y pasar del .4% del PIB destinado a ciencia y tecnología a más del 1% del PIB, aunado a que el fomento a estos sectores desemboque en mejoras ambientales.
Ya que tras 30 años de reflexión mundial, el desarrollo sostenible es la asignatura pendiente de la humanidad, de ahí la importancia de actuar de forma inmediata, ya que la sustentabilidad no debe ser supeditado a ningún actividad u tiempo electoral, pues el medio ambiente se sigue deteriorando, en especial urge el fomento de una nueva conducta social de la humanidad consciente de optar por la protección de los ecosistemas.
En dicho tenor, en entrevista con este reportero, Isabel Studer, Directora del Instituto Global para la Sostenibilidad del Tecnológico de Monterrey, habló de la obligación en las universidades de generar conocimiento para crear políticas públicas en sustentabilidad,  como es realizado por China que invierte 40 mil millones de dólares en energía renovable, Brasil que trabaja en dicho sector desde hace 20 años e invierte 6 mil millones de dólares, mientras que México sólo invierte 3 mil millones de pesos.
“Tenemos que trabajar todos los sectores para abrir los ojos a los políticos en apoyo a la ciencia y tecnología; no sólo hacer llamados al Presidente electo, Enrique Peña Nieto, sino a todos los actores de los gobiernos municipales, estatales, congresistas, senadores, etc., lo cual debe hacerse desde la sociedad”.
            Enfatizó que “ya es momento que todas las universidades impulsen ciencia e investigación aplicada a la necesidad social, no sólo ciencia de gabinete o artículos publicados para hacer puntos en la catedra, pues no podemos seguir con ciencia que no salga a la realidad, debemos impulsar que la agenda científica ayude a resolver los problemas sociales y si bien se camina poco a poco y no son modelos perfectos con asociación de la iniciativa privada podremos enfrentar esta coyuntura”.
El año pasado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señala un grave problema al respecto, señalando que al menos 99 por ciento de la producción de conocimiento en México se concentra en la publicación de artículos científicos, lo que de manera significativa ha desplazado la generación de patentes, a lo cual el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) indica que en cuanto a patentes se refiere que en 2010 sólo otorgaron 229 registros a inventores mexicanos de un total de 9 mil 399.
            Por su parte, al ser cuestionado por este reportero, Alberto Jiménez Merino, presidente de la Fundación Científica y Cultural “Isidro Fabela”, filial Puebla, aceptó que “se ha invertido poco en ciencia, aunado a que las investigaciones de los casi 14 mil investigadores del Sistema Nacional de Investigadores no aplican sus estudios en la vida cotidiana como es tratar de solucionar el hambre, la deforestación, la contaminación, y lamentó que la pasada legislatura federal no haya aprobado una propuesta de incentivar la innovación científica y tecnológica para atención a las necesidades de México.
En materia de inversiones en este sector, el Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha indicado que en el año 2000, el 80% de la inversión en ciencia y tecnología era de recurso público y en 2011 este cambio a 55% pública y 45% privada, aunque, indica un estudio de este organismo, hace falta que dicho porcentaje privado se incremente, pues en países de primer mundo, el 70% de la inversión es privada.

EJEMPLOS DE TECNOLOGÍA MEXICANA PROECOLÓGICA
Pese a este panorama nada halagador, en México se tienen trabajos de técnica al servicio del medio ambiente, ejemplo de ello, lo indica Mauricio Reséndez, Gerente de marca Mabe, que en entrevista con este reportero explicó en principio que el consumo de agua en el lavado de ropa en un hogar mexicano es equivalente al 37% del gasto de este recurso por una familia; por ello la necesidad de actuar al respecto.
Abundó que una lavadora automática utiliza hasta 200 litros por descarga, de ahí la necesidad de crear nueva tecnología y tras poco más de 4 años de trabajo el Centro de Tecnología y Proyectos en Investigación de esta empresa, ubicado en la ciudad de Querétaro, diseño el modelo de lavadora Aqua saber que utiliza una descarga de agua de 80 litros de agua.
Añadió que se invirtió en la nueva plataforma de lavadoras de uso doméstico 3.7 millones de dólares en tecnología que permitirá el ahorro de hasta 60% de agua (lo que se traduce a 120 litros por carga y suma hasta 50,000 litros anuales) y un ahorro de 50% de energía durante los procesos de lavado.
“Es sumamente importante el trabajar en el desarrollo de tecnología en ahorro del agua y más en este rubro del mercado nacional que en promedio al año vende más de un millón de lavadoras”.
A este respecto, José Antonio Urteaga, Director de Operaciones de la Agencia del Desarrollo de los Estados Unidos (MGM Innova), dijo a este reportero que el caso de Mabe sobresale al buscar ahorrar recursos no sólo interna sino externamente. Añadió que otro ejemplo de esta implementación de técnica mexicana ambiental será el Instituto de Investigaciones Eléctricas que por medio de un donativo de 38 millones de dólares del Banco Mundial creará generadores eólicos para su posterior desarrollo.

PLANIFICACIÓN URBANA CON NECESIDAD DE VISIÓN CIENTÍFICA
De acuerdo a las conclusiones de la Cumbre de Negocios Verdes, organizada por el ITESM, en términos generales en México y muchos sitios del mundo, las ciudades padecen de graves incidentes que las alejan de ser sustentables y no pueden catalogarse como ejemplos de aplicaciones urbanísticas y científicas acordes al siglo XXI.
            Se estima que las cuatro grandes urbes de México, (DF, Monterrey, Guadalajara y Puebla), duplicarán su población en los siguientes 20 años; por ello, la urgencia de aplicar soluciones urbanísticas y científicas en su desarrollo. De acuerdo a ICLEI, a nivel mundial se estima que se requieren 3 billones de euros para crear infraestructura global sustentable.
Sobre este tema, Gabriel Lagos, Director de Sustentabilidad de Casas Geo, dijo a este reportero que el crecimiento urbano es inevitable, lo grave es como se lleva a cabo sin contar con bases de ciencia y técnica como sustento del nuevo urbanismo.
Añadió que “estamos dando los primeros pasos de un largo camino hacia la sustentabilidad y en la industria de la vivienda tratamos de actuar tomando medidas acordes a los nuevos requerimientos de crecimiento sustentable”.

Igualmente, aceptó que México tiene un rezago particular en urbanismo, lo cual puede desembocar en pérdida de competitividad en sus ciudades; por ende, “debemos enfocarnos en que el crecimiento sea más planificado y con uso de ciencia y técnica como sostén de la toma de decisiones”. 

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