jueves, 2 de enero de 2014

Antártida, proteger la última frontera planetaria

La Antártida el continente de hielo que mantiene guardado en sus hielos cuyos grosor alcanzan los 3.5 kilómetros, la realidad del clima mundial de varios millones de años, y brinda la posibilidad de saber y entender los perjuicios del cambio climático provocado por la mano del hombre en la actualidad requiere de grandes estudios así como ser protegido.
Esta región, es única en el planeta al no tener dueño, ya que un tratado internacional signado por 57 naciones hace que esta región congelada sea un sitio de estudio mundial y de conservación de biodiversidad en flora y fauna única.

Cabe mencionar el caso de los líquenes (flora que abunda en la Antártida), son bioindicadores de la calidad del aire, ya que acumulan metales pesados y a menor cantidad de éstos en el ecosistema, mayor es el índice de aire contaminado.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Madrid, España, no puede decirse que la Antártida sea pobre en vegetación, si bien su zona núcleo es la que padece los grandes fríos y la noche permanente de 6 meses, pero en sus extremos como es la Antártida marítima, costa occidental de la península Antártica e islas adyacentes, se tienen especies de líquenes en categorías que superan los 350, más de 100 especies de musgos y hepáticas.
Existe el liquen denominado (Usnea Antártica) presenta filamentos que se tornan negras cuando absorben la radiación, es decir, se trata de un mecanismo de defensa, por lo cual de manera hipotética se estudia su interrelación con el sol.
Mientras que los líquenes y comunidades microbianas de los Valles Secos y Montañas Transantárticas no parecen limitados por la más dura combinación de frío, sequedad y radiación solar. Lo cual les convierte en especies ideales para los experimentos de astrobiología en el espacio exterior, con el fin de demostrar la capacidad de supervivencia de células complejas originadas en la Tierra a posibles transferencias interplanetarias.
Sin embargo algunas de estas especies estudiadas no son capaces de mantener tasas positivas de fotosíntesis si la temperatura sube dos o tres grados que es provocada por el cambio climático que ha exacerbado la mano del hombre pone en riesgo este tipo de experimentos.
De acuerdo a los últimos estudios de las Naciones Unidas, en el siglo pasado la temperatura global aumentó en promedio unas siete décimas, pero en la Península Antártica el incremento fue de 2.1 grados centígrados en los últimos 40 37 años; y esto provocará graves daños en los climas mundiales ya que esta zona del planeta es un termómetro que regula las temperaturas mundiales. Se indica que desde 1994 la barrera de hielo de Larsen, en la Antártida, ha perdido unos 14,000 kilómetros cuadrados, con un espesor promedio de 250 a 300 metros.
Ejemplo de este desastre que provoca el cambio climático se aprecia en la zona de la Antártida occidental que pierde unos 150 kilómetros cúbicos al año, un 15% más de lo que se estimaba hasta ahora, según informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA) a partir de datos obtenidos con su satélite CryoSat.
"El deshielo de los mantos de la Antártida y Groenlandia es el mayor contribuyente al aumento global de los niveles de agua marina", agregó la Agencia Espacial Europea. Se abundó que en anteriores estimaciones, los científicos habían concluido que el nivel del mar aumentó a un ritmo de 0,28 milímetros al año entre 2005 y 2010.


POLOS, LOS RESERVORIOS DE AGUA DE LA HUMANIDAD
- El volumen de agua en la Tierra se estima en 1,400 millones de kilómetros cúbicos (Km3).
- Sólo el 2,5% de este total (35 millones de km3) es agua potable.
- De este 2,5%, el 69,7% (24 millones de km3) está en forma de glaciares y hielo en la Antártida y el Ártico. El 30% está en acuíferos subterráneos y sólo el 0,3% en aguas superficiales.
Fuente: ONU

QUÉ ES EL TRATADO ANTARTÍCO
El Tratado Antártico regula las relaciones internacionales con respecto a la Antártida que es definida como todas las tierras y barreras de hielo ubicadas al sur del paralelo 60° Sur. El tratado fue firmado en Estados Unidos, el 1 de diciembre de 1959 y la sede de la Secretaría del Tratado Antártico está situada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Los firmantes originales fueron Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Estados Unidos, Francia, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Sudáfrica y la Unión Soviética.
Reconociendo que es en interés de toda la humanidad que la Antártida continúe utilizándose siempre exclusivamente para fines pacíficos y que no llegue a ser escenario u objeto de discordia internacional; Reconociendo la importancia de las contribuciones aportadas al conocimiento científico como resultado de la cooperación internacional en la investigación científica en la Antártida.

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