De
acuerdo al gobierno mexicano, el promedio de crecimiento del PIB nacional es
del 2%, más el aumento de uso de energía en todo rubro supera ese porcentaje y
de seguir con esta disparidad al 2020 sería el país un deficitario energéticamente
y tendría que importar energía no sólo en gasolinas u gas, sino que en sí sería
energía lo que se buscaría captar dejando en manos de empresas privadas o
gobiernos extranjeros el desarrollo nacional.
De acuerdo a la Secretaría de
Energía (Sener), un mexicano gasta percapita 2 mil kilowatts, cuando el
promedio mundial es de 4 mil kilowatts, siendo el mayor consumidor el oriundo
de los Estados Unidos con 13 mil kilowatts/hora; por su parte el ciudadano de
la región de África sudsariana el que menos acceso a la energía tiene en el
mundo con un consumo de 300 kilowatts, lo cual enlaza al consumo de energía con
la pobreza extrema.
Por ello, la importancia que la
reforma energética que se discutirá en el Congreso conlleve un enfoque de
eficiencia energética, ahorros de recursos, perspectiva ambiental, producción
nacional de energéticos, sector eléctrico, cambio climático, etc, como algunos
de sus puntos esenciales y no centrar sólo la discusión en el ámbito de
privatización o permanencia de Pemex como paraestatal mexicana.
Cabe
mencionar que de acuerdo a la ONU es una prioridad el acceso a energía (1,500
millones de personas no tiene energía eléctrica, de estos se estima 5 millones
son mexicanos), 2.5 mil millones usan biomasa (leña); y al 2050 el per capita mundial
crecerá a 5 mil 700 kilowatts/hora por habitante lo cual requiere de una
urgente diversificación energética global.
Al respecto, Isabel Studer, directora del Instituto
Global para la Sostenibilidad del ITESM CCM, declaró que se quiere trabajar de
la mano con el sector empresarial y social para hacer un cambio del modelo de
desarrollo actual; “es ahí donde el sector energético que se enlaza con el
modelo de desarrollo y las tecnologías actuales con motores de combustión
interna tiene que ser cambiados en su alimentación de energía fósil e involucrar
la diversificación energética”.
No podemos desaprovechada la coyuntura y tenemos
que hacer los ajustes en la reforma energética para tener en cuenta le
eficiencia y diversificación energética ya que los mismos lideres contaminantes
globales, China y Estados Unidos tienen grandes inversiones de las renovables.
“Debemos facilitar el desarrollo de nuevas
tecnologías para no apostar todo el desarrollo a un sector que sufre por las caídas
del petróleo; y tenemos que alinear las estrategias nacionales como es la
energía y la de cambio climático”.
En entrevista con este reportero comentó que ante la falta de
disponibilidad de energía y su creciente demanda por la vida actual, debemos
tener una perspectiva más integral diversificando las fuentes de energía;
ejemplo de ello es Alemania que es potencia solar, siendo un país con poco sol
al año, en México tenemos gran potencial solar y éolico pero se deben tener
políticas públicas para explotar estos sectores.
Cabe señalar que en la publicación Desarrollo
Sustentable de México de High Residence, se indica que es importante
administrar la energía ya que el 53% de los ahorros de emisiones de gases contaminantes
(CO2), va a provenir de la eficiencia en el consumo y uso de dicha energía y el
47% restante, vendrá con el desarrollo de tecnologías de generación
sustentable.
Por su parte, Javier Estrada,
director general de planeación e información energética de la Sener, en México la
población sigue creciendo y en 2030 serán 130 millones de personas con 489
ciudades (hoy son 384), con más de 15 mil habitantes dando un total de 88% de
gente urbana y esto representa grandes riesgos al consumo de energía, aunado a
la mala planeación urbana que caracteriza a México.
Resaltó que México hoy crece al 2.1% en su PIB con
un límite del 3% ya que de pasar este número se genera cuello de botella por
las faltas propias del país, en materia a la conexión de energía y el
desarrollo que debe proveer a la industria, transporte, ciudad, etc.
Cabe mencionar que para la ONU la inclusión social se
presenta mayormente en donde se tiene acceso a la energía que es indispensable
para mejorar la calidad de vida y que la seguridad energética es muy grave en
México ya no se tienen almacenado ni dos días de uso de gasolina y ni un día de
gas en las arcas mexicanas y esta es una nueva problemática que debe ser
pensada con una gran amplitud de temas a tratar.
OCDE: MÉXICO DE LOS PEORES EN
ENERGIA
La Organización
de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), informa que en México los
subsidios a los combustibles fósiles equivalen a unos 10 mil millones de
dólares al año. Cabe mencionar que los subsidios a la energía reducen el potencial
de ahorro que podrían tener los proyectos de eficiencia energética,
distorsionan los mercados y aumentan las barreras a la inversión en proyectos
de eficiencia energética.
La transición a un sector energético con bajas
emisiones de carbono en México requiere del despliegue de tecnologías limpias.
No obstante de los 34 países de la OCDE, México ocupa la posición 19 en
términos de aprovechamiento de energía renovables y la 26 en términos de
energías renovables no hidráulicas.
Indicando que deben eliminarse las
barreras existentes en este sector y se puedan desplegar los apoyos a las
renovables como marca el Pacto por México, como es tener políticas estables a
largo plazo; incentivos a la transición; integración de diversas fuentes
renovables y la eliminación de las barreras no económicas para el fomento de
renovables.
En relación a la reforma energética la OCDE señaló
que debe presentarse una iniciativa sensata al régimen de subsidios en México
podría liberar los recursos que el país necesita para reducir la pobreza y
apoyar el crecimiento a largo plazo.
En México en 2010 se tuvo una inversión e energías
renovables del orden de 2.3 mil millones de dólares, que en casi su totalidad
proviene del extranjero, dicha inversión disminuyó en 2011 en 0.2 mil millones
de dólares, y la participación de las energías renovables en la producción de
electricidad de hecho ha disminuido en la última década (de 20% en el 2000 a un
18% en 2011).
MÉXICO, CAOS Y DEPENDIENTE DE
ENERGÍA
Según
Sener, la producción de crudo y gas ha declinado en los últimos años, y en la
actualidad mantiene cifras de extracción de 2.5 millones diarios de barriles de
crudo en lugar de los 3.3 millones de 2004, lo que indica una baja de
productividad de casi 900 mil barriles diarios de producción. Aunado al grave
problema de tomas clandestinas que en 2012 tuvieron un estimado de combustible
robado de 4.4 millones de barriles extraídos de mil 620 tomas clandestinas en
2012. Mientras que en pérdidas no técnicas asociadas al robo de energía han
aumentado en un 50% de las pérdidas totales de distribución.
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