El
suministro de oxígeno suplementario al recién nacido enfermo es el proceso más
común en todo el mundo, sin embargo, suministrarlo correctamente es vital,
porque, de no ser así, puede provocar diversos efectos secundarios, tales como
daño cerebral o retinopatía del prematuro.
Por
ello, una empresa mexicana busca automatizar la
administración precisa de ese elemento en pacientes neonatos que requieren
cuidados especiales en incubadoras, tecnología que es desarrollada en Arroba
Ingeniería, compañía que cuenta con financiamiento del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Conacyt), bajo el Programa de Estímulos a la Innovación
(PEI).
En
comunicado de prensa de este organismo federal, el líder de este trabajo de
investigación, Juan Pablo Dovarganes, director general de la empresa, dijo que
en los hospitales el proceso de verificación y control de la oxigenación de los
neonatos en terapia intensiva se realiza alrededor de cada hora en forma
manual, lo cual impide detectar y corregir episodios de falta o exceso de
oxigenación. Estos episodios se presentan generalmente en el lapso de pocos
minutos, lo que incrementa el riesgo de provocar daños derivados de esos
cambios repentinos.
En
contraste con el método tradicional, el dispositivo propuesto es un sistema
electrónico que mide continuamente la cantidad de oxígeno en la sangre del
recién nacido. Registra la información general del bebé, como edad gestacional,
estado de salud (fisiopatología), temperatura y humedad del aire que respira.
Asimismo corrige automáticamente el nivel de oxigenación, manteniéndolo dentro
de parámetros seguros.
El
también ingeniero, dijo que este sistema está diseñado para medir la
información relevante de manera continua y efectuar correcciones automáticas
cada minuto. Los cambios se programan con base en un complejo modelo matemático
de simulación del sistema respiratorio del recién nacido y un sofisticado
arreglo de válvulas electrónicas de control.
El
modelo matemático permite individualizar la terapia para cada caso. No se puede
tratar igual a un niño que tiene problemas en el corazón, que a uno con
alteraciones en el desarrollo de los pulmones.
Esta
metodología sustituye favorablemente el pausado e impreciso proceso de ensayo y
error convencional, y es una aportación innovadora al estado del arte en
ingeniería biomédica.
La
tecnología se adaptará a las incubadoras y cunas térmicas fabricadas por la
empresa y se administrará a través de mascarillas, cascos cefálicos o cánulas
nasales. “El proyecto está dividido en dos etapas. La primera consiste en
desarrollar el dispositivo. La segunda busca demostrar que, cuando la
saturación de oxígeno se controla en forma automática, se reduce el riesgo de
exceder o de no alcanzar el nivel seguro de oxigenación y, con ello,
disminuimos la posibilidad de causar ceguera irreversible o daño cerebral
crónico, respectivamente”, informa el ingeniero Humberto Rebolledo, responsable
del Área de Vinculación Tecnológica.
Estadísticamente
está calculado que en México aproximadamente 20 mil niños al año requieren de
incubadoras con dispositivos especiales.
El
dispositivo es innovador a nivel internacional ya que no existe, hasta el
momento, un proceso automatizado para la administración de oxígeno. Llevan seis
meses de haber iniciado los trabajos y calculan tener el proyecto listo para su
comercialización a finales de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario