Con
base a una mezcla de estiércol de ganado, rastrojo de maíz, piloncillo, carbón
vegetal y levadura, Pablo Jaramillo López, académico del Centro de
Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM, implementó la aplicación de
un abono orgánico de alta eficiencia que ha permitido alcanzar hasta 90% de
sobrevivencia de los árboles reforestados en terrenos abandonados en una zona
de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca.
Uno
de los retos que el ingeniero agropecuario enfrentó en este proyecto fue
recuperar suelos improductivos, agotados por la siembra intensiva y la
sobreutilización de fertilizantes químicos aunados al abandono de los terrenos.
El otro consistió en involucrar a las comunidades locales en el proceso de
mejora y reconversión forestal, un proceso necesario para cuidar el ecosistema,
impulsar la participación colectiva y la educación ambiental.
El
abono se produce con la fermentación de la materia orgánica, por medio de la
inoculación de levaduras y microorganismos que favorecen la descomposición de
la misma. Tiene un balance óptimo que proporciona los nutrientes adecuados para
los arbolitos reforestados.
Hasta
ahora, con el proyecto apoyado por el Monarch Butterfly Fund, que involucra a
comunidades campesinas de Michoacán que habitan en la zona, se han mejorado los
suelos y plantado más de 120 mil árboles desde el 2011 con excelentes
resultados.
La
reserva de la Mariposa Monarca está ubicada en 56 mil hectáreas entre el Estado
de México y Michoacán, contiene 12 santuarios de esos animales, cuatro abiertos
al público.
Cada
otoño, millones de mariposas monarca viajan aproximadamente cuatro mil
kilómetros para pasar el invierno en las cimas boscosas de las montañas del
centro de México. Su migración es una de las más espectaculares de cualquier
organismo.
Los
bosques proporcionan condiciones micro-climáticas únicas que les permiten
sobrevivir en esa temporada, pero la degradación forestal pone en peligro este
desplazamiento que cruza Norteamérica. Por ello, un plan adecuado de
reforestación y regeneración natural es fundamental.
“En
Estados Unidos y Canadá se ha extendido la agricultura tecnificada que incluye
altas dosis de herbicidas y fertilizantes químicos junto con semillas de
cultivos transgénicos. Mediante esta práctica se han eliminado las plantas
silvestres, entre las que se encuentra el algodoncillo (Asclepias spp.), la única en la que las mariposas monarca depositan
sus huevos y que sirven de alimento para sus larvas.
“Al
llegar a México, se encuentran con que los bosques donde hibernarán también se
fragmentan; ante ello, se requieren trabajos de conservación en ambas regiones”,
alertó el investigador.
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