Se parece a un balón de futbol, pero no sirve para jugar. Además, es
amigable con el ambiente y no depende de las condiciones climáticas. Es el
primer cosechador de energía creado en México para generar electricidad a
partir de la captación, por vibración, de ruido urbano o ambiental.
Este producto fue creado por Jesús Torres Jurado, quien describe que
este producto que es de forma esférica (cubierta de aluminio) está inspirada en
el fullereno (estructura atómica de pentágonos y hexágonos). En la parte
interna de la superficie lleva adheridos sensores piezoeléctricos para captar
el ruido.
El ingeniero dijo que “a diferencia
de una celda solar o un sistema eólico, que necesitan convertidores, los
sensores hacen la conversión de forma automática: en el momento en
que captan el ruido, lo convierten en salida eléctrica”.
El funcionamiento se basa en el efecto piezoeléctrico (del griegopiezein,
“estrujar o apretar”), fenómeno
de deformación que ocurre en determinados cristales sintéticos o naturales,
como el cuarzo. “Al ser sometidos a tensiones o esfuerzos mecánicos, comúnmente por
compresión, estos cristales sufren una deformación en alguna de sus caras por
un juego interno de cargas en sus electrones, lo que da como resultado de la
acción mecánica directa sobre ellos una diferencia de potencial (voltaje)”.
Los sensores que utiliza Torres Jurado, estudiante del Programa de
Maestría y Doctorado en Arquitectura de la UNAM, no son de cuarzo, sino de
polifluoruro de vinilideno (PVDF), un polímero termoplástico.
Ejemplificó que “algunos se
encuentran en las tarjetas de Navidad que al abrirlas empiezan a sonar, pues el
efecto piezoeléctrico es reversible; es decir, los sensores pueden funcionar
como un micrófono: captan el sonido, sufren presión y producen voltaje; o como
una bocina: se les aplica voltaje (las tarjetas traen una pilita) para que
reproduzcan una melodía grabada en una memoria”.
El universitario usa dos: los de disco, que captan el impacto directo
(golpe) del ruido, y los de vibración, que hacen registros más precisos y
finos. Ambos van intercalados en la esfera y conectados en forma paralela, de
modo que si se avería alguno, los demás pueden seguir en funcionamiento.
Afirmó que “con esta esfera, que funciona como una membrana, se capta
directamente el ruido en todas direcciones, incluso por reflejo de la pared y
por la vibración del brazo que la sujeta contra ella”.
El actual cosechador, que podría ser decorativo, es una estructura
completa cubierta con lámina de aluminio para repujado. Los sensores
piezoeléctricos se sueldan para colocarlos, con pegamento de silicón, en las caras
o gajos, y se cablean internamente.
La meta es implementarlo en alguna zona del DF, de acuerdo con el Mapa
de Ruido de la Ciudad de México, que se elaboró en la Universidad Autónoma
Metropolitana unidad Azcapotzalco. “En todos los túneles del Viaducto y del
Circuito Interior se podría captar ruido para iluminarlos”.
En Los Ángeles, California, EU, se ha propuesto que la torre
Soundscraper –diseñada por los franceses Julien Bourgeois, Olivier Colliez,
Savinien de Pizzol, Cédric Dounval y Romain Grouselle– aproveche el ruido de
esa urbe para generar electricidad. Esta idea fue desarrollada para la versión
2013 del concurso de rascacielos de la revista eVolo y obtuvo una mención honorífica.
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