La agricultura es una de las principales fuentes de
sostenimiento para las familias que se encuentran en zonas rurales, tanto en
términos de provisión de alimentos básicos, como en la aportación de recursos
de capital a la entidad.
Particularmente, México es sensible a la falta de
alimentos, en donde el maíz es el principal producto agropecuario importado
(20.5% del total), seguido por la soya (18.7%) y el trigo (10.6%). Esto ubica a
nuestro país dentro de los tres primeros lugares de importadores de maíz en el
mundo, incrementando cada vez más su dependencia alimentaria con Estados
Unidos.
Por ello, la Alianza México para la Reducción de
Emisiones por Deforestación y Degradación (MREDD+) busca que las comunidades
implementen sistemas de producción agropecuarios sustentables, que permitan
reducir las emisiones por deforestación y degradación forestal, mejorar
la producción de alimentos y fomentar el desarrollo rural bajo en carbono.
De esta forma M-REDD+ desarrolla ejemplos de
proyectos exitosos, mediante técnicas agroecológicas y nuevas tecnologías, que logran
intensificar la producción agrícola y ganadera, generando beneficios
económicos, ambientales y climáticos.
Esto fue detallado en el documento “Análisis de
riesgos y oportunidades para la estrategia hacia el sector privado sobre REDD+”
elaborado por la Alianza México REDD+ en conjunto con ALRO Factor Económico
Integral S.C., analizando dos casos prácticos en la Península de Yucatán,
en donde la iniciativa privada trabajan bajo esquemas de agricultura y
ganadería sustentable. Estos dos proyectos utilizan dichos sistemas de
producción con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria que
requiere la humanidad, además de apoyar la reducción de emisiones de gases de
efecto invernadero.
Además, el documento identifica riesgos por
procesos normativos, desastres naturales, impactos naturales y eventos sociales
en temas relacionados a la deforestación y degradación forestal, así como las
oportunidades de negocio generadas por la prevención de los mismos.
Finalmente, propone matrices de oportunidades,
riesgos y barreras para el sector privado en relación a la agricultura y
ganadería sustentable, tomando en cuenta elementos operativos, financieros, de
políticas públicas y procesos normativos, así como ambientales. Este tipo de
buenas prácticas de desarrollo rural sustentable, resultan más rentables para
el sector privado a mediano y largo plazo, ya que ofrecen atractivas
oportunidades de negocio, además de que generan beneficios ambientales y
contribuyen a mitigar el cambio climático.
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