En
México, existen dos proyectos que amenazan la existencia de especies
vulnerables de tortuga marina, informó la Asociación Interamericana
para la Defensa del Ambiente (AIDA), y por ello pidió a la
Convención Interamericana para la Protección y Conservación de
Tortugas Marinas analizar esos riesgos y exhortar a México a cumplir
el principio de precaución para conservar su población de tortugas
marinas, esto ante la inacción e indolencia de la Secretaría de
Medio Ambiente (SEMARNAT), de actuar al respecto.
Pidió
además que la Convención exhorte a que México aplique el principio
de precaución para conservar a las tortugas marinas de su
territorio, algo a lo que está obligado al ser parte de la
Convención. Los proyectos en cuestión son la ampliación del puerto
de Veracruz y la mina marina de fosfato Don Diego, en Baja California
Sur.
AIDA alertó a la CIT de los posibles impactos negativos de ambos
proyectos durante la reunión del Comité Científico de la
Convención en Viña del Mar. Explicó que aunque la Administración
Portuaria Integral de Veracruz, entidad a cargo de la ampliación del
puerto, señaló en su manifestación de impacto ambiental que "nunca
se hará afectación directa sobre especies bajo protección",
no presentó medidas de protección para las tortugas marinas,
particularmente para la carey (eretmochelys imbricata), catalogada
como especie amenazada según la CIT y la legislación mexicana.
Sandra
Moguel, abogada de AIDA, dijo que "la tortuga carey está
presente en todo el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano y
tiene rutas migratorias a lo largo del Golfo de México. A pesar de
ello, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en
diciembre de 2013, autorizó la ampliación del puerto de Veracruz
sin requerir un plan de manejo especial para conservar a esa
especie".
En
cuanto a Don Diego, primera mina marina de fosfato en el mundo, AIDA
informó a la Convención que, de ser autorizado, el proyecto pondría
en peligro a la tortuga caguama (caretta caretta) debido a su posible
interacción con el uso de maquinaria para el dragado de arena
fosfática, al aumento del ruido en el entorno, y a que provocaría
cambios severos en el ecosistema y la composición marina.
En
la reunión y tras las gestiones de AIDA, el Comité Científico de
la Convención se comprometió a incluir en su informe del 2017
recomendaciones sobre minería, desarrollo costero y otras nuevas
amenazas a la vida y hábitat de las tortugas marinas. Con ello podrá
orientar la labor de los Estados para evitar impactos como los que
ocasionarían en México los proyectos descritos.
AIDA
trabaja en los casos del puerto de Veracruz y la mina Don Diego en
colaboración con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental. El 22 de
septiembre, AIDA y CEMDA presentaron al Comité Científico de la CIT
una petición sobre los impactos a las tortugas marinas y su hábitat
de la ampliación del puerto de Veracruz y de los proyectos asociados
a la misma.
Las
poblaciones de tortuga caguama están en peligro de extinción según
la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) y el Apéndice I de la
Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (CITES).
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