Para
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) las perspectivas
laborales en el mundo empeorarán en el próximo lustro, pues aunque
se observa cierta recuperación en países desarrollados, en los
emergentes y subdesarrollados se espera que la subocupación y la
informalidad persistan, alertó Verónica Villarespe, directora del
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
Señaló
que es preciso crear 280 millones de empleos nuevos para 2019 a fin
de recuperar los puestos perdidos desde que inició la crisis. Ya que
es indispensable analizar la problemática desde diferentes enfoques
y proponer soluciones que respondan a la desocupación (en particular
de los jóvenes), la migración calificada por falta de oportunidades
laborales, los efectos de la innovación en el mejoramiento de la
productividad y competitividad y a la necesidad de construir masa
crítica mediante lo aprendido en la educación superior y en la
empresa.
En
esta búsqueda del desarrollo económico se debe destacar la
importancia de instrumentar políticas públicas adecuadas y
eficientes por parte del Estado, pues la creación sostenida de
empleos de cierto nivel se origina de éstas y del esfuerzo de
empresarios para poner en marcha nuevos negocios.
Para
ello, es necesario un cambio estructural a fin de incrementar la
capacidad del sistema económico para generar actividades con valor
agregado y productividad, y propiciar la participación del gobierno
para garantizar condiciones adecuadas para los trabajadores.
Por
su parte, Stefanie Garry, de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL), de la Organización de las Naciones
Unidas, expresó que los empleos en condiciones decorosas son clave
para alcanzar mayor igualdad.
De
lograr esto habrá mejoras en las remuneraciones/ingresos y acceso a
protección social, lo que derivará en incrementos en las
percepciones de los hogares y reducciones en la pobreza.
Lamentó
que en América Latina, un tercio de las mujeres no logran generar
ingresos monetarios y son económicamente dependientes. Además, las
remuneraciones mensuales medias de ellas son inferiores a las de los
varones, pues el promedio de horas semanales trabajadas es mayor para
los hombres, quienes obtienen mejores ingresos. Sin embargo, esto no
es porque el sector femenino prefiera laborar menos, sino porque al
tener hijos la sociedad las margina, finalizó.
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