Se dio a conocer que el avance tecnológico aplicado
en la salud y que es llamado Balón Ajustable de Tercera Generación puede
permanecer implantado un año en una persona y ser un elemento que ayude a
mejorar los problemas de sobrepeso que llegue a padecer, permitiendo que
quienes lo han usado bajen hasta 18 kilogramos en medio año.
Cabe recordar que México ocupa el primer lugar
mundial en niños con obesidad y el segundo en adultos; y de acuerdo con la
Secretaría de Salud, la obesidad y el sobrepeso son el principal problema de
Salud Pública en nuestro país, gastando el 7% del presupuesto destinado a salud
para atender este padecimiento, sólo por debajo de Estados Unidos que invierte el
9%.
Todo ello aumentado por la mala alimentación, el
sedentarismo y la falta de acceso a alimentos nutritivos en la dieta del
mexicano, así como su genética, factores determinantes del sobrepeso y la
obesidad.
En entrevista con este reportero, la Dra. Itzel
Fernández Silva, Especialista en Cirugía de Obesidad de Obesity Solutions,
indicó que para asegurar los resultados de este dispositivo y evitar recuperar
los kilos perdidos es muy importante de inicio un cambio de hábitos culturales
en el modo de alimentarse.
Este tratamiento es temporal y es un dispositivo que
se introduce al estomago provocando que el individuo tenga menos hambre y sacie
la misma de forma más pronta; este aditamento que es de tecnología israelí,
indicó es ajustable a todo tipo de persona, desde quien anda apenas unos 6
kilos arriba de su peso a quienes padecen ya obesidad de más de 30 kilos sobre
su medida natural, aclarando que antes que nada deben hacerse los estudios
médicos adecuados antes de solicitar su implantación.
Además que la edad no es impedimento para ello, pues
se ha colocado en personas de 15 años, más, calificó que es vital que su
implantación es con base a que el paciente cumplirá el alcanzar metas reales en
su control de peso.
De acuerdo con Forbes México, el 70% de los adultos
mexicanos padece sobrepeso u obesidad, un problema de salud pública que podría
costar hasta 12,500 millones de dólares para 2017.
Durante los últimos 25 años, el Balón Intragástrico
se ha mostrado como el método no invasivo más efectivo y con menor riesgo para tratar la obesidad. Más de 100,000 pacientes han
conseguido una pérdida de peso superior a los 18 kg en los primeros seis meses
de tratamiento.
No obstante, a lo largo de estos años se han
detectado algunas deficiencias y limitaciones en el modelo del balón
intragástrico tradicional como la limitación de modificar su volumen durante el
tratamiento y tiene una vida útil limitada a 6 meses.
Después de un largo periodo de exhaustiva
investigación médica, el Balón Intragástrico de 12 meses, consigue dar
respuesta a todas estas necesidades para poder ofrecer un tratamiento más
seguro y eficaz. Además cuenta con un diseño que permite mejorar y facilitar el
proceso de colocación o retirada.
El balón reduce de manera drástica la sensación de
apetito, enlentece el vaciado gástrico manteniendo más estables los niveles de
glucosa en sangre, elimina el círculo vicioso hambre-ansiedad-hambre,
proporcionando una sensación de control desde el primer momento.
Asimismo, es apto para cualquier tipo de persona sin
importar su complexión, siempre y cuando se realice una evaluación previa del
sistema digestivo. Se puede colocar en adolescentes hasta personas mayores, ya
que el procedimiento es mínimamente invasivo, en tan sólo 15 minutos se realiza
la implantación y al cabo de una hora el paciente puede retirarse a su
domicilio.
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