Por la buena o por la mala, la naturaleza nos va a cobrar
lo que está ocurriendo en el planeta, afirmó Julia Carabias, académica de la
Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
y explicó que de continuar la tendencia actual en el aumento de la temperatura
del planeta, la vida no podrá mantenerse como está.
Dijo que “no significa que se extinguirá, que la
Tierra se va a colapsar, pero sí se transformará, y no sabemos cómo. Esa
predicción de futuro no se tiene, pero hay suficiente evidencia para decir que
cambiará sustantivamente”.
No hay
antecedentes de intervención humana en el funcionamiento de nuestro mundo como
la ha habido en los últimos 20 años. Se sabe que los fenómenos referidos son
parte inherente de la evolución del planeta y de la vida, pero nunca antes como
en esta etapa de la historia el impacto había sido de tal magnitud, frecuencia
y velocidad. De ese modo, la vida cambiará, y la principal especie alterada
será la humana, explicó la especialista.
Indicó que el Cambio
Climático y la pérdida de la biodiversidad son dos de los grandes retos que
enfrentamos como sociedad en el desarrollo y la relación con la naturaleza, que
para el siglo XXI deberán abordarse “o no veremos a nuestro planeta como lo
conocemos hoy, si es que alguien lo ve”.
Detalló que existe
una correlación entre la acumulación de bióxido de carbono, que se eleva, y el
aumento de la temperatura en el orbe. También hay evidencia de que ésta ya se
alteró: en el siglo XX se registraron incrementos de entre 0.5 y hasta cuatro
grados en ciertas partes de la Tierra, precisó la experta.
Lo cual se
recrudeció por el alza en el consumo de combustibles fósiles, que es el
principal factor de generación de gases de efecto invernadero. Entre 1850 y
1970 la población se triplicó, pero en ese lapso el consumo de energía se
incrementó 12 veces.
A ello se suma
la deforestación, que también es la primera causa de pérdida de biodiversidad,
y la forma en que se dispone de los residuos sólidos. Estas transformaciones se
reflejan en un incremento de fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes
o sequías, a los cuales México es muy vulnerable.
Julia Carabias
expuso que conocemos poco de la biodiversidad. La ciencia ha detectado y
registrado taxonómicamente un millón 800 mil especies, pero eso podría
representar menos del 10 por ciento de las que existen: aún no conocemos al 70
por ciento de crustáceos, 95 por ciento de hongos u 82 por ciento de insectos.
“Puede ser que la biodiversidad sea del orden de 30 millones de especies”.
La flora y fauna
están concentradas fundamentalmente en los trópicos, con cerca del 70 por
ciento de la biodiversidad, y en particular en las selvas, que por ello son
sitios clave, afirmó en la conferencia Retos y visiones sobre la vida silvestre
frente al cambio global.
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