Durante la segunda edición del Premio Odebrecht para el desarrollo
sostenible México 2015, se dio a conocer que Karla Sánchez, Emmanuel de la Cruz
y Marcos Martínez, estudiantes del Instituto Tecnológico de Cintalapa, Chiapas,
ganaron dicho galardón con su proyecto Centro regional de cultivo in vitro para
la producción agroindustrial.
El proyecto consiste en un centro biotecnólogo para la propagación,
reforestación y comercialización de plantas endémicas, de ornato y en peligro
de extinción. El proyecto además tiene el objetivo de incluir a madres de
familia de la región Valle Zoque de Chiapas para así fomentar el desarrollo
social.
En la ceremonia de premiación se detalló que el premio,
consistente en 175 mil pesos y la oportunidad de viajar a Brasil, indicó Luis
Weyll, quien reconoció a los 19 equipos de todo el país que presentaron sus
proyectos.
El directivo de esta empresa en conferencia de prensa previa a la
entrega del reconocimiento, recordó que a un año de haberse dado la primera
edición de este premio en México, el incremento de la participación del talento
mexicano en este certamen se incrementó exponencialmente y que pese a que
Brasil implementó este galardón casi 10 años antes que México, los niveles de
participación en proyectos como en talento joven entre ambas naciones son
similares. Los otros países en donde se realiza este certamen es Angola,
Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Panamá, Perú, República
Dominicana y, Venezuela.
Indicó que en total de los 11 países participantes en la edición
2015 de este premio a nivel mundial se reunieron 670 proyectos de cerca de dos
mil 493 estudiantes y 674 profesores de 420 universidades. Para este certamen
que está dirigido a incentivar a jóvenes universitarios (estudiantes de las carreras
de Ingeniería y Arquitectura, así como sus profesores) de todas las
universidades e instituciones de educación superior públicas y privadas de
México y que en todo este tiempo estima sean más de 5 millones de dólares lo
invertido en estos concursos a nivel Latinoamérica.
Uno de los motivos por los que Odebrecht inició esta premiación
desde 2007 es que el desarrollo de los países no se puede detener, y el gran
desafío para las empresas es buscar soluciones que atiendan las necesidades de
las generaciones futuras. Por ello es que recordó que para impulsar este premio
Odebrecht se basa en las tres premisas que deben caracterizar estos proyectos y
que son crecimiento, inclusión y medio ambiente.
Este premio, dijo tiene como objetivo el contribuir con el emprendedurismo
y creatividad de los jóvenes. En donde los proyectos presentados se aprecian
diversas preocupaciones de la realidad que les rodea y tratan de solucionar su
contexto.
Uno
de los proyectos que se presentaron como finalistas, -independientemente del
ganador-, fue el “Diseño y especificaciones para instalación de energía
eólica”, de la Universidad Anáhuac de Querétaro, a cargo de los alumnos Lorena
Cruz Pedraza, Alejandro Porchini Cano y Gabriel Herrera, bajo la asesoría de
Sergio Magarolas.
Quienes
comentaron que este proyecto busca satisfacer la necesidad de energía de una
Universidad como en este caso la Anáhuac o una pequeña comunidad por medio del
uso de turbinas eólicas que se amigable con el ecosistema.
Los
jóvenes queretanos detallaron que este proyecto surge de la materia de
enseñanza de energía sustentable y trataron de crear algo que sea cercano y de
gran utilidad para tener energía a la mano con visión sustentable. De ahí al
estudiar la ubicación de la Universidad se analizó y entendió que esto era lo
ideal para esta región.
El
proyecto, se detalló que es muy parecido a los grandes parques eólicos ubicados
en otras regiones del país y de ahí, se comprendió que era lo ideal para este
concepto que han desarrollado. Con el comienzo desde lo más básico en el aula y
el darle un seguimiento al mismo les llevo a estar en la final de Odebrecht.
Aunado a que la Universidad les ha apoyado para darle seguimiento a este tipo
de proyectos de los jóvenes y que se espera darle seguimiento para su propia
instalación y de impacto extramuros para el beneficio social.
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