Los gobiernos deberían repensar la vivienda, el
transporte, la educación y la estrategia laboral en las ciudades para evitar
que las ciudades sean trampas de desigualdad, según un nuevo estudio de la
OCDE.
Dicho
estudio sostiene que la mayoría de las ciudades registran mayores niveles de
desigualdad que el promedio nacional, el trabajo titulado: Ciudades al servicio
de todos: Datos y medidas para un crecimiento inclusivo.
El estudio
elaborado en el marco de la iniciativa de la OCDE Todos a Bordo: Haciendo
Posible el Crecimiento Incluyente, concluye que, en 9 de los 10 países
estudiados, la desigualdad de la renta de los hogares urbanos se sitúa por encima
de su promedio nacional respectivo. Utilizando el coeficiente de Gini (que mide
la desigualdad a partir de una escala comprendida entre 0 y 1), el 63% de las
ciudades analizadas presentaba índices superiores al respectivo promedio
nacional.
El intenso
crecimiento de las ciudades en todo el mundo, impulsado en parte por una
migración sin precedentes desde las zonas rurales de economías emergentes y en
desarrollo, traerá consigo que en 2050 alrededor del 70% de la humanidad
habitará en ciudades, frente al aproximadamente 50% actual. Los datos indican
que las ciudades tienen tendencia a volverse más desiguales a medida que se
expanden, lo que podría convertirlas en factores de desigualdad a nivel
nacional.
El
Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, dijo que “las ciudades son
generadoras increíbles de crecimiento y bienestar; ahora bien, con una
planificación deficiente, pueden convertirse en trampas de desigualdad y,
añadió que si queremos frenar la tendencia mundial al aumento de la desigualdad
hemos de centrar los esfuerzos en las ciudades y asegurarnos de que la dinámica
urbana redunda en beneficio de todos”.
En las
economías avanzadas, las ciudades han generado en los últimos 15 años más del
60% del empleo y del crecimiento económico; en ellas, además, los ingresos
familiares han sido en promedio un 18% mayores que en otros entornos. Sin
embargo, no todas las ciudades han podido crecer de manera inclusiva, es decir,
incluyendo a toda la población en el proceso.
El acceso
a las oportunidades puede quedar obstruido para muchos residentes de bajos
ingresos que viven en barrios desfavorecidos. Las posibilidades de éxito de los
niños que nacen en estas áreas dependen a menudo de la situación socioeconómica
de sus progenitores.
El informe
detalla que Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Dinamarca, Francia, Italia,
Noruega, Suecia y Estados Unidos, a excepción de Canadá, el nivel de
desigualdad medio supera el respectivo promedio nacional. Las ciudades con
mayor desigualdad entre los países estudiados son Bari (Italia), Bruselas
(Bélgica), Calgary (Canadá), Miami (Estados Unidos) y Santiago de Chile.
El Informe
recomienda a los gobiernos:
· Mejorar
el acceso a la educación concentrándose en grupos marginados y una mejora de la
inversión en la educación en la niñez.
· Invertir
en capacitación de adultos y emprendimiento, y fomentar la creación de empleo
en sectores económicos relevantes en el ámbito local.
· Mejorar
la adjudicación de subvenciones a la vivienda para que el acceso a ésta sea más
equitativo y promover barrios con niveles de ingresos mixtos.
·
Coordinar la inversión en la construcción de viviendas y en el transporte.
·
Facilitar el acceso a servicios públicos como la sanidad y desarrollar
estrategias incluyentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario