Una
investigación conjunta del Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca
(ITSTB) —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)— y la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) generó una propuesta para utilizar el
lirio acuático para la producción de etanol, un biocombustible ambientalmente
amigable.
El
proyecto denominado “Manejo sustentable de lirio acuático para el saneamiento y
protección de cuerpos de agua”, considera la especie vegetal como maleza nociva
y busca erradicar el problema mediante el uso del lirio acuático como recurso
biótico. Las gamas de alternativas de uso de este vegetal son variadas y
contemplan la obtención de biogás, enzimas, nanocristales, composta y
bioetanol.
La
propuesta nace en 2014, para presentarse en la Convocatoria de Proyectos de
Desarrollo Científico para Atender Problemas Nacionales del Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Conacyt), bajo la dirección del doctor Ernesto Favela
Torres, del Departamento de Biotecnología de la UAM.
Quien
se hace acompañar en este trabjo por Ricardo Hernández Martínez, catedrático e
investigador adscrito al Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca, en el
estado de Veracruz, con el propósito de trabajar en el aprovechamiento del
lirio acuático para la obtención de bioetanol.
El
camalote, flor de agua o lirio acuático es una especie vegetal que pertenece al
subreino de las plantas vasculares y es originaria de Sudamérica. De acuerdo
con información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (Conabio), el lirio acuático es una planta flotadora o fija al
sustrato, que crece en aguas dulces como arroyos, ríos y pantanos.
Es
considerada como una plaga o maleza nociva debido a que afecta la supervivencia
de animales y plantas nativas, asimismo, afecta la práctica de la acuacultura
al impedir el libre paso del oxígeno. Se estima que cubre al menos 40 mil
hectáreas de cuerpos de agua en el país, perjudicando también el libre paso del
agua o la navegación.
La
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO,
por sus siglas en inglés) cataloga el lirio acuático como maleza acuática, pues
la infestación extensa puede provocar problemas como la evapotranspiración,
sedimentación e inundaciones.
La
propagación del lirio acuático reduce el flujo de agua en ríos, canales y
represas, lo que favorece el proceso de sedimentación y, por consiguiente,
disminuye la profundidad del manto acuífero. Debido a la obstaculización por
extensiones de lirio acuático, o sedimentación provocada, las inundaciones son
frecuentes en periodos de alta precipitación.
Por
otra parte, la evapotranspiración es un proceso de pérdida de humedad de la
superficie por evaporación en conjunto con la pérdida de agua por transpiración
de la vegetación, mismo que aumenta en superficies cubiertas por lirio
acuático, en comparación con superficies de agua descubiertas.
Por
su parte, el especialista en biotecnología Ricardo Hernández y el ingeniero en
industrias alimentarias Luis Alberto Figueroa Torres, ambos pertenecientes al
ITSTB, trabajan en la obtención de etanol a partir de lirio acuático. Esta
iniciativa surge por la invitación del doctor Ernesto Favela Torres a
participar en el proyecto.
“El
lirio acuático es biomasa con alto contenido de compuestos lignocelulolíticos,
que puede ser aprovechada para la producción de etanol, e inclusive se
considera de segunda generación, ya que no entra en conflicto con las materias
primas de primera generación destinadas a la producción de alimentos”, detalló
Luis Alberto Figueroa.
Ricardo
Hernández explicó que el proceso para la obtención de etanol consta de los
pasos siguientes: recolección de lirio acuático, acondicionamiento,
sacarificación y fermentación alcohólica. Durante la etapa de
acondicionamiento, el lirio es sometido a lavado, separación de hojas, tallos y
raíces, reducción de tamaño y, finalmente, secado.
Respecto
al secado, Luis Alberto Figueroa comentó que las hojas se someten a un secado
solar para retirar el agua de la planta, proceso que favorece la conservación
de la muestra por tiempos prolongados. En la sacarificación, ocurre una
liberación de azúcares mediante una conversión de celulosa a moléculas de
glucosa.
Indicó
que “la sacarificación para este proyecto se propone como pretratamiento para
liberar el azúcar contenido en la materia orgánica, de esta manera se
realizarán dos pretratamientos simultáneos de sacarificación: primero uno
físico, el cual consiste en explosión por vapor, y el segundo será un pretratamiento
biológico realizado con enzimas”.
Finalmente,
en la etapa de fermentación alcohólica, metabolizan la glucosa generando como
producto el etanol, por medio de la fermentación por levaduras.
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