Scott Pruitt, Administrador de la Agencia de Protección Ambiental
(EPA por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos, al comparecer
ante el Congreso justificó los recortes propuestos por el Presidente Trump al
presupuesto de la agencia que dirige, los cuales representan la asignación más
baja que la EPA ha tenido durante los últimos 40 años al retirarle 2.4 billones
de dólares.
Esta
situación, indicó la especialista Karen Janett Carranza J., vulnerará la salud
de familias de la Unión Americana al recortar 50 de los programas ambientales
más importantes de los últimos tiempos.
Indicó
que aunque más del 60% de votantes se oponen a estos recortes y 78% de la
población que votó por Trump está en contra de esta reducción presupuestal, el
gobierno estadounidense ha elegido omitir el sentir de la mayor parte de la
población.
“Queremos que la Agencia de Protección
Ambiental regrese a sus ‘misiones principales”, expresó Pruitt durante
su audiencia en defensa del presupuesto 2018 para la EPA.
No
obstante, con el recorte a los financiamientos ambientales para los gobiernos
estatales y locales, éstos quedarán pendiendo de un hilo, y la operación de
programas gubernamentales en riesgo de extinción, principalmente los dirigidos
a la calidad del agua y del aire.
Sobre
esta realidad, Pruitt manifestó que “nos
estamos enfocando en la importancia del Federalismo Cooperativo, respetando el
rol que juegan los Estados, pues como todos ustedes saben, una estrategia de
‘una medida entalla a todos’ para alcanzar logros ambientales, no funciona. Lo
que podría funcionar en Arizona, podría no funcionar en Tennessee. Reconozco
que los Estados tienen retos y necesidades ambientales únicos, y continuaré mi
compromiso con ustedes para sostener discusiones significativas sobre cómo
compartir metas ambientales relacionadas a los logros que deben alcanzarse.”
Se
ha propuesto que los Estados prescindan de los Fondos Federales y gestionen sus
propios recursos. Sin embargo, los congresistas piensan que dejar de asignar
presupuesto a los Estados y confiar en que ellos podrán llevar a cabo las
acciones de monitoreo, procuración y salvaguarda de los recursos naturales sin Financiamiento
Federal, será muy difícil y dificultará el impulso de economías locales así
como la investigación científica respecto a los asuntos ambientales.
Respecto
al presupuesto presentado ante el Congreso, Lita Lowey Miembro del Comité de
Asignaciones de Estados Unidos, expresó que “entre sus perturbadoras relaciones a la industria del petróleo y el
gas, su trabajo pasado de hacer menos a la EPA y el escepticismo acerca del rol
que las actividades humanas juegan en el cambio climático, supongo que es de
sorprenderse que no hayan propuesto eliminar la Agencia por completo.”
Asimismo,
agregó que espera que el congreso rechace de manera bipartidista esta propuesta
presupuestal y en su lugar adopte propuestas que inviertan en combatir el
cambio climático y mantengan el aire y el agua limpios, así como en crear
especialmente trabajos verdes.
De
acuerdo con una publicación del Washington Post, científicos, abogados,
economistas y expertos en políticas que trabajaron en la EPA y se han
agrupado bajo la Red de Protección Ambiental, declararon que esta
reducción puede debilitar cada función esencial de la Agencia además de que
muestra una inconsistencia en que la institución pueda enfocarse en sus
principales compromisos de salvaguardar el aire y agua limpios.
Durante
la Audiencia sobre el Presupuesto asignado a la EPA para el 2018, Betty
McCollum, representante del Distrito 4 del Minnesota, dio a conocer que la
reducción de la plantilla de científicos que trabajan en dicha agencia asciende
a 237 millones de dólares, es decir, un 46% menos para investigación científica
y de desarrollo. Es decir, se prescindirá de 3,800 colaboradores que protegen a
la población de tóxicos, carcinógenos y otros residuos peligrosos.
Aproximadamente
un tercio del presupuesto asignado al monitoreo del aire será recortado y el
‘CÓDIGO ROJO’ que previene a la población sobre los días con mayor
contaminación en el aire será eliminado. Esta acción podría repercutir
con más peso sobre la salud de los niños y adultos mayores, quienes son
especialmente vulnerables a la contaminación aérea.
En
el tema de residuos tóxicos, alrededor de 1,300 sitios identificados para la
disposición de los mismos dentro del país estarán afectados por los recortes
presupuestales propuestos. Esto se reflejará en la ralentización del
tratamiento y operación de estos lugares. Omitir o retrasar el tratamiento de
los residuos tóxicos incrementa la posibilidad de contaminación de recursos
hídricos, que tampoco conocen de fronteras y viajan miles de kilómetros a través
del país.
Otro
rubro importante que se ha visto afectado por los graves recortes es el
encaminado a la Justicia Ambiental, que se encarga de sancionar a aquellas
empresas que contaminan y dañan más el entorno ambiental. Recortar presupuesto
a este departamento deriva en la reducción del personal enfocado a dar
seguimiento y atención a estos asuntos de vital importancia. No habrá sanción a
quienes más dañan la salud de los estadounidenses, pues no habrá personal que
pueda llevar a cabo esta ardua tarea.
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