La diputada ciudadana Verónica Delgadillo presentó un punto
de acuerdo en el que se exhorta a la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Comisión Federal para la Protección contra
Riesgos Sanitarios (Cofepris) y a la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para que en el
ámbito de sus funciones atiendan de manera
urgente el problema del exterminio de las abejas por el uso no regulado de
plaguicidas en México.
En rueda de prensa, expertos de Greenpeace México, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y
Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), la Red Temática
de Toxicología de Plaguicidas, y la Federación Mexicana de Apicultores
expusieron la delicada situación en la que se encuentra la apicultura debido a
la mortandad masiva de abejas melíferas, teniendo pérdidas de colmenas desde un
30 hasta un 80% según información proporcionada por diversos grupos de
apicultores del país
“Estamos hablando de un tema fundamental para la soberanía
alimentaria del país, y para la salud de los ecosistemas y las personas”,
señaló María Colín, asesora legal de Greenpeace México.
Sólo para poder dimensionar la importancia de las abejas y el
proceso de polinización que realizan, la misma Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) señala que de las
especies de plantas cultivadas dentro del territorio mexicano, un 80% de estas
dependen de un agente polinizador para su producción. Por lo tanto, se vuelve
fundamental proteger al sector apícola.
En la rueda de prensa se evidencia que los plaguicidas, sobre
todo los Neonicotinoides, contribuyen de forma importante a este problema, por
lo que es fundamental establecer acciones para proteger a dicha especie
polinizadora, fundamental para la subsistencia del sector agropecuario y la
producción de vegetales en todo el país.
La diputada ciudadana señaló que el punto de acuerdo exhorta
y tiene la finalidad de “Atender el problema en toda su dimensión, pues la
apicultura y otras industrias como la agropecuaria se están viendo afectadas,
además, pruebas científicas demostraron que los plaguicidas dañan a las abejas,
al medio ambiente y tienen consecuencias en la salud de las personas y por
último, que el gobierno está violando los derechos humanos al no trabajar para
garantizar el derecho a un medio ambiente sano”.
María Colín, enfatizó la urgencia de transitar a una
agricultura ecológica que no ponga en riesgo no sólo a los seres humanos sino
también a otras especies, en particular a los polinizadores.
“Greenpeace ha demandado a la Cofepris, a través de una queja
ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una definición de
Plaguicidas Altamente Peligrosos en la legislación nacional acorde a los
estándares internacionales, políticas para su regulación y progresiva
prohibición, así como contar con una normatividad que establezca límites
máximos de residuos (LMR) de plaguicidas en nuestros alimentos, para proteger y
garantizar el derecho a un medio ambiente sano, a la salud, a la alimentación,
entre otros”, explicó Colín.
El investigador del CIATEJ, el Dr. Octavio Gaspar argumentó
con base en estudios científicos que los plaguicidas, sobre todo del tipo
neonicotinoide, contribuyen de forma importante en la intoxicación de las
abejas, ya que tienen como blanco de acción su sistema nervioso, generando
daños irreversibles que se traducen en la desorientación y pérdida de la
memoria hasta parálisis y muerte.
“Estos residuos, entre otros, los hemos encontrado en
muestras de miel y cera, inclusive a dosis letales en la misma abeja, de
apiarios que han sido afectados”. “La mortandad de abejas es solo el detonante
del mal uso de plaguicidas, otras especies polinizadoras también están en
riesgo, la contaminación de los alimentos y la misma salud humana”, precisó.
Por parte de la del Federación Mexicana de Apicultores y la
Red Temática de Toxicología de Plaguicidas, señalaron que la importancia de las
abejas es clave para el medio ambiente por la polinización y en los últimos años
se han reportado muertes de abejas en todos los estados del país siendo la
primera desaparición masiva fue en el 2016 en la Comarca Lagunera y que el
panorama no es sencillo, pues existe un riesgo grave contra la salud de los
seres vivos ya que los compuestos se acumulan en los organismos y en este caso
son compuestos hechos para matar y logran trastocar órganos blandos y crean
tumores cancerígenos.
El punto de acuerdo exhorta a la Sagarpa para que actúe de
forma inmediata y se implemente una comunicación sobre el riesgo del el uso de
plaguicidas, así como buenas prácticas para la producción de miel a efecto de
que la agroindustria no ponga en riesgo la producción de miel por el uso de
plaguicidas.
De forma similar se exhorta a la Cofepris para que regule y
prohíba todo plaguicida que sea evidenciado como tóxico para los polinizadores.
A la Semarnat se le solicita que explique cuál es el programa
de acción de protección y conservación de polinizadores. Por último, a las tres
instituciones se les hace un llamado para que implementen lo establecido por
los convenios internacionales en materia de uso de plaguicidas y sustancias
tóxicas, como es el caso del Convenio de Rotterdam que establece la aplicación
del consentimiento fundamentado previo a ciertos plaguicidas y productos
químicos peligrosos en el comercio internacional, y el Convenio de Estocolmo
que regula los contaminantes orgánicos persistentes.
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