La correcta protección y explotación de una variedad vegetal es
muchas veces desconocida en México por las empresas que llevan a cabo
investigación y desarrollo en el ámbito agroindustrial, corriendo el riesgo de ser
reproducida y explotada sin mediar ninguna protección legal.
Tania
López, directora de Servicios Técnicos de Clarke, Modet & C° de México, consultora
especializada en la gestión y protección de la Propiedad Intelectual e
Industrial (PII), dio a conocer que
México es potencia mundial en producción de variedades vegetales, siendo el
maíz la especie de la que más se obtienen variedades y que más se protege, con
18.65% de las solicitudes por especie, de acuerdo con datos estadísticos de la
Gaceta Oficial de los Derechos de Obtentor publicada por el Servicio Nacional
de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS).
Asimismo,
detalló que a marzo de 2017 el SNICS reportaba 2,343 solicitudes de obtentor de
variedad vegetal, de las cuales el 36.02% corresponde a solicitantes de
nacionalidad mexicana, 31.2% estadounidense y 17.71% holandesa.
Detalló
que “en México, la protección se realiza principalmente sobre cultivos y
vegetales reconocidos internacionalmente, para los cuales existe un interés
económico o incluso ambiental pues se conoce que podrán obtenerse utilidades”.
Añadió
que “también se ha visto un despunte en especies como el tomate, las naranjas,
entre otras, que están entrando a México o produciéndose de manera innovadora y
que son protegibles”.
Para
la especialista, es necesario ver la protección legal como una herramienta
estratégica de ventaja competitiva, pues el balance entre el costo de la
protección y los beneficios derivados de la misma es positivo para el Obtentor:
“éste obtendrá ventajas como la exclusividad durante el período de vigencia del
Título de Obtención, ingresos derivados de regalías por la explotación de
licencias y/o cesión de derechos, además de crear alianzas tecnológicas que le
permitan seguir innovando”, dijo.
Detalló
que otras de las especies con más variedades registradas en el SNICS son las
rosas (11.31%), la fresa (6.32%), el chile (4.1%) y el sorgo (3.5%).
López
consideró de suma importancia conocer las maneras de protección, con lo cual se
permita recuperar inversión y generar conocimiento que sirve de base a la
innovación.
“Para
el que ha invertido en realizar estos trabajos le será muy importante poderse
recuperar económicamente y tener la exclusividad de decisión sobre la explotación.
Esto le permitirá acceder a su mercado con un producto vegetal diferente y
ocupar un espacio exclusivo”, agregó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario