La Navidad se acerca, y con ella llega la posibilidad de comprar
un arbolito de navidad. Para que estas fiestas sean, además de felices,
sustentables, la decisión de qué árbol comprar es crucial. Por ello,
organizaciones civiles como Reforestamos México recomienda elegir un árbol
natural y mexicano, así contribuyes a la economía de los campesinos que por
casi 6 años cultivan éstos para su posterior venta.
Si
ese árbol, además, cuenta con la certificación del Forest Stewardship Council
(FSC), que garantiza que el arbolito que está comprando sea ambientalmente
responsable, económicamente rentable y social-mente incluyente, los beneficios
se multiplican.
Al
comprar un arbolito de navidad natural y mexicano, colabora con el
aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, ya que, las plantaciones
forestales comerciales ubicadas en 13 entidades del país y que expenden el 30%
de la demanda nacional, además de que proporcionan oxígeno, estabilizan y
nutren el suelo, protegen las reservas de agua y proporcionan hogares para
especies silvestres de la región.
Otra
de sus ventajas es que generan empleos y recursos para las comunidades
mexicanas que los producen y los mantienen vivos, además que evitan la
importación de otras especies provenientes de Estados Unidos y Canadá.
Al
contrario, un arbolito de navidad artificial tardará cientos de años en
degradarse, al estar hecho de plástico (que requirió la extracción de
hidrocarburos, con todo y lo contaminantes que son) genera más basura; tuvo que
ser sometido a procesos químicos muy nocivos para pintarlo, ensamblarlo y embalarlo,
y generalmente son producidos en países de Asia, lo que implica costos de
transportación mayores y un incremento en la emisión de gases contaminantes.
Así que los arbolitos de plástico no generan beneficios ambientales y toma
siglos revertir el daño que ocasionan.
Las
principales especies nacionales que se producen como árboles de navidad son el
pino vikingo o pino navideño (pinus ayacahuite), el pinabete (pseudotsuga
mensiesii) , el pino prieto (pinus greggii), el pino piñonero (pinus
cembroides), el oyamel (abies religiosa) y el cedro blanco (cu-pressus
lindleyii). El vikingo tiene las ventajas de un precio muy accesible, de tener
un olor intenso y agradable y de ser fácil de encontrar, porque es el que más
se produce en el país. El pinabete, por otra parte, tiene la ventaja de ser muy
duradero, aunque el de mejor olor es el oyamel.
Si
está en la Ciudad de México y el área metropolitana, puede comprar su árbol de
navidad con los productores de Árboles de Navidad Los Gavilanes, ubicados en
Villa del Carbón, Estado de México, a tan solo hora y media de la ciudad.
Otro
sitio cercano a la Ciudad de México que también puede ser una opción para
comprar un árbol de navidad sustentable y certificado por el FSC es la Reserva
Forestal El Manantial, sitio dedicado desde 1996 a cultivar especies mexicanas
como el oyamel, el pinabete y pino navideño.
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