José Sarukhán, Titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (CONABIO) indicó
que en el país en preservación de biodiversidad se presentan grandes retos,
ejemplo de ello es que el ordenamiento territorial no ha sido adoptado como
debiese.
Aunado a la
alarmante realidad que se vive en las Unidades de Manejo Ambiental (UMAs), que
no se han evaluado adecuadamente; herramientas centrales de la preservación y
que la Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT), del gobierno mexicano no ha
atendido.
Estos sistemas son
esenciales por el uso sustentable de los ecosistemas y la biodiversidad y no se
sabe si funcionan bien o cómo se preservan estas especies. Tarea que no se
completó en esta administración federal, que le correspondía a SEMARNAT y
calificó de una pena no la haya realizado.
Declaró lo
anterior en la presentación a casi diez años de publicarse los primeros
volúmenes de la obra “Capital Natural de México” (2008 - 2009), que hoy, la
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO)
actualizó con el libro “Síntesis”, de dicha obra.
En este libro se
presenta nueva información sobre el estado de conservación de los ecosistemas y
sobre algunos de sus factores de presión. La información actualizada muestra
que las tendencias de pérdida y de fragmentación de la vegetación natural
continúan en México.
Además, señala que
la superficie agrícola se ha mantenido relativamente constante (en promedio,
cerca de 21 millones de hectáreas) desde 1980; no obstante, se han abierto
nuevas áreas para la agricultura y continúa el abandono de tierras degradadas.
De acuerdo a datos de la CONABIO al 30 de
junio de 2017 el total de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida
Silvestre del país sumó 1,722 UMAs instaladas en más de 38.5 millones de has.
Cabe mencionar que en 1997 se creó el Sistema
Nacional de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre
(SUMA). Las UMAs son predios de propietarios o poseedores que voluntariamente
los destinan al aprovechamiento sustentable de las especies silvestres que ahí
habitan. Asimismo dan respuesta a la necesidad de conservar la biodiversidad y
dar impulso a la producción y el desarrollo socioeconómico del país.
Por su parte, el investigador de la Universidad de
Stanford, Rodolfo Dirzo, comentó a este reportero que en el concepto las UMAs están bien, pero en la
implementación ha sido su falla, pero ha faltado un análisis riguroso y sistemático
y como han funcionado en sus diversos ecosistemas, desde selvas, en bosques,
catalogando que tan complejo es el manejo de su biodiversidad en sus biomas y,
es una tarea pendiente que debiera hacerse.
La SEMARNAT tiene que tratar de trabajar y
auxiliarse de los organismos como CONABIO o la academia para cumplir esta labor
que no realizó, explicó.
Mencionó que “no es solo cosa de hacer
declaraciones masivas de Áreas Naturales Protegidas (ANPs) y UMAs, pues la
falta de recursos, personal, monitoreo hace que se tengan zonas de papel y muy
pobres en su condición de preservación. En donde se trabaje de forma conjunta
con personal calificado y con los comités locales y rurales”.
Detalló que un estudio internacional indica que el
50% de las ANPs y sistemas de conservación de biodiversidad como las UMAs en el
mundo no están cumpliendo su papel de conservación. Ya que para cumplir su
labor las ANPs y UMAs requieren tener la inversión adecuada, personal en su
cuidado, asesoramiento académico y tener planes de manejo biodiverso, cosas que
en México no se han implementado en gran parte de estos sitios.
Puntualizó que en este sexenio, la SEMARNAT en uso
sustentable de la biodiversidad deja “muchos retos y en los éxitos se sustentan
con base a que las comunidades rurales e indígenas toman el control de los
proyectos, y en los fracasos es sólo el reparto de dineros que hace que nadie
se apropie de los programas”.
Ello fue declarado en la presentación del libro, en donde José Sarukhán Kermez,
Coordinador Nacional de la CONABIO
expresó que “este libro ha sido referente importante para identificar
prioridades de atención en diversas áreas de investigación, así como en la
gestión para la conservación y manejo sustentable de la diversidad biológica de
nuestro país, y ha sido la base para la formulación de la Estrategia Nacional sobre
Biodiversidad de México y Plan de Acción 2016-2030.”
Asimismo, el texto
señala el crecimiento de la superficie de las ANPs, particularmente en el
ámbito marino y a raíz de los recientes decretos de 2016. Incluye también los
avances para identificar, a una escala más fina, los sitios prioritarios para
la conservación y restauración de la diversidad biológica de México.
En este libro “Síntesis”
se actualiza diversa información como es el incremento en el número de especies
conocidas que se reportan para el país. El incremento corresponde a 19.6% de un
total de 109,212, aproximadamente 21,677 especies más de las que se indicaron
en 2008.
AFECTACIONES PRINCIPALES DE LAS UMAs
De acuerdo a un estudio de la UNAM, los retos
y contrariedades de las UMAs son la caza ilegal, tráfico de especies y tala
clandestina. El estudio detalla que la cacería deportiva o cinegética aunque en
muchos casos ha sido útil para disminuir la presión de la cacería furtiva y
ofrecer una alternativa de empleo e ingresos a la población rural, cuando no se
hace de manera adecuada puede tener consecuencias negativas en la
biodiversidad.
Sin olvidar que el comercio ilegal de la
biodiversidad se da en los mercados, carreteras o incluso en la mismas calles
de las ciudades en donde es frecuente la venta de animales (por ejemplo, loros,
lechuzas y tortugas) y plantas que muy probablemente no provienen de criaderos
o invernaderos, sino que fueron extraídos de estos hábitats naturales.
La tala ilegal de árboles también es un gran
problema que contribuye a la perdida y degradación de las hábitats de distinta
especies y que las ponen en riesgo y un ejemplo claro de esto que ocurre en
México sería la tala ilegal de los bosques de oyamel que afecta el hábitat de
las mariposas monarca.
ANPs, DEJADAS EN EL OLVIDO POR LA CONANP
La Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas de México (CONANP), informa que se cuenta en México con 182 Áreas Naturales Protegidas
(ANP) que abarcan más de 90 millones de hectáreas destinadas a la conservación
de la biodiversidad. De estas, 37 son áreas marinas y costeras con un total de
649, 587 km2, equivalente a los países de Ecuador y Paraguay juntos.
Además el 92% de las islas mexicanas están dentro de un ANP.
Juan Bezaury, Representante de The
Nature Conservancy para México declaró que debe entenderse que no es sólo tener
ANPs, ya sea en tierra o mar para pensar que se cumple con la meta 11 de Aichi,
se requieren planes de manejo y financiamiento, cuestión que CONANP no ha
cumplido. Ejemplificó que este organismo oficial sólo se cuenta con 907
personas para vigilar las 182 ANPs de todo el país.
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