El 1 de enero de 2019 se marca un paso decisivo de
México hacia la eficiencia energética, una vez que, los focos tradicionales o
de halógeno que se conocen comúnmente, ya no se podrán importar o comercializar,
esto conforme a lo establecido en la Norma oficial 028-ENER-2017, sobre eficiencia
energética de lámparas para uso general, lo que abre paso a la migración en su
totalidad a una iluminación más eficiente con tecnología LED.
Al respecto, Pedro Martín Colea, director general de Signify México,
dijo que “esta aplicación llega debido a que los focos que conocemos de siempre
consumen casi 10 veces más la cantidad de energía que una lámpara LED, por lo
que este paso es una señal de compromiso del país con la mitigación de las
emisiones de CO2 al ambiente y la reducción de su huella de carbono, lo cual
contribuye, a su vez, a la lucha contra el cambio climático”.
Agregó que “aunado a los beneficios económicos para los usuarios por los
ahorros en la factura de energía eléctrica y las ventajas medioambientales de
este cambio, el uso de iluminación LED abre a los consumidores la posibilidad
de experimentar la luz de una manera distinta, con una gran variedad de
colores, una mejor calidad y opciones de diseño a partir de este elemento
fundamental en nuestra vida.
Relató que cada hogar tiene su propia manera de disfrutar y configurar
sus opciones, las cuales varían incluso de una habitación a otra. Los nuevos productos
reflejan esa singularidad y se adaptan a las preferencias de los usuarios,
quienes también pueden aprovechar las ventajas de la iluminación conectada, en
términos de seguridad, diseño y eficiencia”.
Debido a su importancia para la vida diaria, la luz eléctrica es considerada
por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un derecho humano básico,
debido a que sin ella no se podrían realizar las actividades cotidianas durante
buena parte del día.
A decir de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema),
a nivel mundial, 20 por ciento de la energía se usa para iluminar. En aras de
evitar la oscuridad, se produce alrededor de tres veces más dióxido de carbono
(CO2) que toda la industria de aviación en su conjunto, con lo que se genera
una afectación al medio ambiente, debido a la liberación de gases de efecto
invernadero (GEI).
Durante décadas, los focos de halógeno dominaron el terreno de la
iluminación tanto para el hogar como para uso comercial, pero cada vez más, están
en proceso de desaparición.
Los focos LED tienen una vida útil promedio de 15 años, y utilizan
80 por ciento menos energía en comparación con un foco tradicional, por lo
que resultan una opción viable tanto para el planeta como para el ahorro. Sus
desarrollos técnicos permiten una amplia gama de opciones, como: temperaturas y
color para personalizar el diseño de ambiente, a través de la luz en cualquier
hogar.
De acuerdo con un informe de Grand View Research, Inc., se espera que el
mercado mundial de lámparas LED alcance los 109 mil millones de dólares para el
año 2025. Los múltiples usos de la iluminación inteligente a base de LED en los
sectores residencial, comercial e industrial impulsan el crecimiento de esta
industria.
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