Inspirado en el colorido y
tradicional juguete mexicano conocido como rehilete, un estudiante universitario
del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Ciudad de México (CDMX) diseñó el
prototipo Hellix, el cual se constituye en un nuevo modelo de aerogenerador,
cuyas aspas envolventes aprovechan de mejor forma el viento como fuente de
energía limpia e inagotable.
Erick Sosa Flores, alumno del Centro de Estudios
Científicos y Tecnológicos (CECyT) 7 “Cuauhtémoc”, explicó que de las energías
renovables, la eólica es la más eficiente, porque no contamina, no erosiona el
entorno y su impacto ambiental es mínimo.
El sistema transforma la fuerza del viento en
electricidad por medio de un aerogenerador compuesto por una turbina colocada
en la torre de soporte y un generador eléctrico; su forma se asemeja a los
antiguos molinos de viento.
El prototipo Hellix -que resultó finalista en Samsung Soluciones para el Futuro, Premio al
Emprendimiento Politécnico 2018, en la categoría de Energía Renovable y
Accesible-, es un modelo a escala que se prevé construir a grandes dimensiones
con materiales reciclados, con lo cual se reduciría su costo y representaría
una mejor opción ante los aerogeneradores que se encuentran en el mercado.
“A diferencia de los actuales que cuentan con paletas
de fibra de vidrio con un costo de alrededor de dos millones de dólares cada
una, Hellix se fabricaría con láminas de acero o aluminio, lo que disminuiría
su costo de producción” detalló.
Sosa Flores subrayó que una de las principales características
de su prototipo es el diseño de su hélice, parecida a la de un rehilete, la
cual constituye un sistema altamente efectivo en el aprovechamiento del viento.
“La forma de la hélice capta 40 por ciento más energía cinética, porque sus
aspas giran a pesar de que haya poco viento; una vez que se mueve uno de los
brazos, provoca el movimiento de los demás. Esto contrasta con las aspas de los
aerogeneradores comerciales conformados por una especie de triángulos planos
que no se mueven a menos que el aire sople muy fuerte”.
Otra innovación es que almacenará energía en forma de
aire comprimido, que al disminuir la fuerza del viento se emplearía como
sistema de respaldo, lo que evitaría el uso de bancos de baterías. La idea es
conformar un sistema totalmente verde, ya que las baterías que se utilizan en
los sistemas tradicionales, al final de su vida útil suponen un elemento
contaminante; en su mayoría estos equipos son importados lo que aumenta el
costo.
El estudiante politécnico de la carrera técnica de Mantenimiento
Industrial, afirmó que para generar la energía constante, Hellix cuenta con un
engrane y un moto reductor que gira a mil 500 revoluciones por minuto y para
aumentar su eficiencia opera con una turbina Pelton.
Todo el sistema se puede construir con partes de
fabricación nacional, que a diferencia de todos los existentes, no implicaría
importaciones costosas o tardanza en la reparación de los equipos. Otra ventaja
es que al tener la mitad del tamaño de los aparatos comerciales, el ruido por
su operación sería menor.
Sostuvo que el viento que requieren algunos
aerogeneradores comerciales debe ser similar al que provoca un huracán de
categoría 1 (entre 118 y 153 kilómetros por hora), en tanto que Hellix sólo
necesitaría un viento constante de 40 kilómetros por hora. Consideró que de
construirse este prototipo a gran escala con tecnología 100 por ciento
mexicana, podría operar en ciudades como Pachuca, Cancún o Acapulco, donde los
vientos son constantes y se encuentran cerca de los centros de alto consumo, lo
que reduciría las perdidas por transmisión de energía.
“La meta de nuestro sistema es obtener un ahorro en
los costos de energía eléctrica de un 40 por ciento, para apoyar a los grandes
consumidores de energía, como son las plantas industriales acereras,
automotrices, cementeras y vidrieras. Esta disminución podría hacer a estas
empresas más competitivas a nivel internacional”, concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario