La enfermedad de Parkinson es
un trastorno neurológico degenerativo crónico que afecta a una de cada 100
personas mayores de 60 años. Se estima que más de 5 millones de personas en el
mundo tienen Parkinson y el numero está aumentando conforme se alarga la
vida poblacional.
Aunque se caracteriza
principalmente por trastornos motores que incluyen temblores involuntarios y
movimiento impedido, algunos pacientes con Parkinson también experimentan
disminuciones cognitivas, problemas de comportamiento y trastornos del sueño.
Por ello, investigadores de
IBM crearon un “sensor de uñas”, un pequeño dispositivo portátil e inalámbrico
que aprovecha el poder de la inteligencia artificial. El prototipo de IBM
Research, el primero de su clase, mide continuamente la forma en que la uña de una
persona se dobla y se mueve en actividades diarias, un indicador clave de la
fuerza de agarre.
Esta fuerza es una
métrica útil cuando se trata de salud. Se ha asociado con la efectividad de la
medicación en individuos con Parkinson, el grado de función cognitiva en los
esquizofrénicos, el estado de salud cardiovascular de un individuo y la
mortalidad por todas las causas en geriatría.
Cuando una uña se
dobla o se mueve, lo hace en micrones (milésima parte de un milímetro) de un
solo dígito y no es visible a simple vista.
De igual forma,
estableció un convenio con la Fundación Michael J. Fox para la Investigación de
Parkinson, que ha otorgado una donación a IBM para tratar de comprender mejor
la enfermedad y allanar el camino para tratamientos más efectivos. A través de
esta asociación, la Fundación Michael J. Fox pone a disposición sus datos
de Parkinson’s Progression Markers Initiative (PPMI), un estudio
observacional que ha recopilado una gran cantidad de datos longitudinales
anónimos en las cohortes de pacientes de Parkinson.
El pequeño sensor
presentado por IBM Research consiste en medidores conectados a la uña y una
pequeña computadora que toma muestras de los valores de tensión, recopila datos
del acelerómetro y se comunica con un reloj inteligente. El reloj también
utiliza modelos de aprendizaje automático para evaluar la bradicinesia
(lentificación de los movimientos, especialmente de los voluntarios complejos),
el temblor y la discinesia (movimientos anormales e involuntarios), que son
síntomas de la enfermedad de Parkinson.
El sensor mide los
movimientos de las uñas y las curvas, y recopila datos que son estudiados por
algoritmos de Inteligencia Artificial para indicar patrones. Esto puede dar a
los médicos una imagen más clara de la fuerza de agarre a lo largo del tiempo y
proporcionar recomendaciones de tratamiento más personalizadas.
Actualmente, un
método para medir la progresión de una enfermedad es conectar sensores basados
en la piel para capturar cosas como el movimiento, la salud de los músculos y
las células nerviosas, o los cambios en la actividad de las glándulas
sudoríparas, que pueden reflejar la intensidad del estado emocional de una
persona. Pero con los pacientes de mayor edad, estos sensores basados en la
piel a menudo pueden causar problemas, incluidos distintos tipos de
infecciones.
Todo individuo
interactúa con objetos a lo
largo del día utilizando las manos, como la detección táctil de la presión, la
temperatura, las texturas de la superficie y más. El equipo de IBM Research se
dio cuenta de que podría ser posible obtener señales interesantes de los
movimientos de las uñas y cómo se doblan a lo largo del día, ya que se usan los
dedos para interactuar con el entorno.
Una de las funciones
de las uñas humanas es orientar la punta del dedo en el objeto que se está
manipulando. Resulta que las uñas se deforman -se doblan y se mueven- de manera
estereotipada cuando usan para agarrar, e incluso flexionar y los dedos. Esta
deformación no es visible a simple vista. Con este sensor, se puede obtener
información sobre el estado de salud y habilitar un nuevo tipo de interfaz de
usuario.
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