El cambio climático ha afectado
el medio ambiente y el desarrollo de la sociedad, como con la agricultura, una
actividad que provee de alimentos a las poblaciones y cuyos cultivos se han
visto afectados al no existir un pronóstico preciso de las condiciones
climatológicas.
En consecuencia, los países en vía de desarrollo
sufren de una disminución en el rendimiento de los cultivos más importantes y
del aumento de los precios de alimentos como arroz, maíz y trigo, entre otros
aspectos, informa el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas
Alimentarias (IFPRI).
Pero, actualmente, los avances tecnológicos han
permitido el desarrollo de una agricultura más eficaz a partir del mejoramiento
de la producción, la disminución del daño a las cosechas y el combate a las
plagas.
Un ejemplo de ello es el trabajo del ingeniero Marco
Silvano Serrano Ramírez, egresado de la carrera de Ingeniería Mecánica Eléctrica
de la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Cuautitlán, Estado de México
(Edomex), quien desarrolló un proyecto Implementación de una sonda
meteorológica para globo cautivo y Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT), o dron,
que partió de la investigación del ingeniero Gustavo Vázquez Cruz, académico
del Instituto de Geografía, un trabajo que mejorará diversos aspectos de la
vida de las personas.
El proyecto inició en el Diplomado de Sistemas
Embebidos que cursó en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, sistemas del
tamaño de una tarjeta de crédito
diseñados para realizar tareas específicas de manera autónoma, como es
el caso de los semáforos.
Así, Marco Serrano partió de un dron que medía la
temperatura, la presión atmosférica, la humedad y la altitud, al cual le
implementó un sistema más ligero y le agregó otras variables: tiempo real,
fecha, hora en minuto y segundo de medición, punto de rocío, coordenadas,
dirección y velocidad de viento. Para tal fin, utilizó la marca DJI Phantom, de
los drones profesionales más económicos en el mercado.
Luego de los acercamientos en la medición del clima y
tras el trabajo hecho por su asesor, el egresado de IME desarrolló un sistema
más ligero, cuyo diseño evitó la vibración y los riesgos de desprendimiento
ante el vuelo y las condiciones climáticas.
Para argumentar lo anterior, explicó que un dron pesa
un kilogramo, razón por la que no puede cargar más de 300 gramos, ya que podría
entorpecer su funcionamiento. “Debido a su resistencia, la idea original era
usar aluminio, pero era pesado. Por ello busqué materiales ligeros, como
plásticos”, comentó.
No obstante, la manufactura de estos insumos es
costosa, por lo que decidió utilizar la impresión 3D, cuyas especificaciones la
hicieron la opción adecuada para continuar con el proyecto. “Diseñas, imprimes
y armas”, explicó.
Otro aspecto importante en el proceso fue poder medir
la velocidad y la dirección del viento. Para ello, creó un anemómetro sónico
(dispositivo que utiliza las pulsos ultrasónicos para cuantificar) dado que los
sensores actualmente vendidos son costosos.
Una vez implementadas estas modificaciones, se
realizaron pruebas en el Instituto de Geografía, donde se establecieron
mediciones en torno al comportamiento de la temperatura, la humedad y el punto
de rocío, variables que son consideradas para el pronóstico de lluvias. Los
resultados fueron óptimos.
Así, desde su conceptualización hasta la puesta en
marcha, el trabajo que tiene por objetivo servir como apoyo universitario y
funcionar como herramienta para el estudio del cambio del clima en institutos
orientados a la meteorología tardó un año y medio para ser terminado.
El pronóstico del clima se realiza a través de un
globo cautivo, esto consiste en sujetar un sistema de medición a una esfera de
látex y dejarla subir para ir tomando registros. No obstante, corre el riesgo
de precipitarse, sufrir daños y perder información.
En contraste, el sistema desarrollado por el egresado
de la FES Cuautitlán, puede ser controlado tanto en altura como en movimiento,
características que además de reducir la pérdida de material total evitan
accidentes.
De ahí que el éxito de este mecanismo esté basado en
tres cuestiones, precisión, control e inversión a largo plazo, lo que hace
fundamental apoyar la investigación y desarrollo de este tipo de proyectos, que
generan beneficios en diferentes ámbitos de la sociedad y requieren de un gran
esfuerzo intelectual y económico para ser concluidos.
Además, la medición de fenómenos atmosféricos como la
temperatura, humedad, presión atmosférica, dirección y velocidad del viento
realizada por este dron ayudaría a conocer el movimiento de los gases contaminantes,
lo que contribuiría en el diseño de planes de dispersión.
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