jueves, 18 de julio de 2019

Protección de suelos con cultivos de café


El volcán Tacaná se encuentra entre México y Guatemala. Esta elevación de América Central es parte del Estado de Chiapas a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar. El año 2008, el Tacaná fue declarado oficialmente como área natural protegida, convirtiéndose en reserva de la biósfera. En sus faldas, a unos 1.500 de altura, se produce uno de los cafés más destacados de México.
Conformada por 150 productores, quienes son asesorados por grupo Toks de la que son proveedores exclusivos, la Cooperativa de Productores Orgánicos de Tacaná ha implementado un sistema de agricultura orgánico y sustentable que no sólo les ha permitido mejorar la calidad de este delicioso café de altura, sino también cuidar y nutrir el suelo de este particular ecosistema.
“Hay que señalar que el terreno de los campos de café está lleno de declives y quebradas, por lo que es difícil evitar el escurrimiento de la lluvia y con ello la erosión de los suelos. Sin embargo, hemos implementado, en conjunto con los productores, diversas técnicas para generar nutrientes que conserven los suelos de sus cultivos fuertes y sanos”, agregó Gustavo Pérez, Director de RSE de Toks.
En el Día Internacional de la Conservación del suelo, los Productores del Tacaná tienen mucho que enseñar acerca de buenas prácticas. ¿Qué están haciendo ellos para obtener un producto destacado sin impactar al medio ambiente?

Siembra de cultivos con curvas a nivel: Esta actividad permite conservar y aprovechar el suelo sobre todo en terrenos con pendientes, ya que entrega una mejor orientación de los cultivos, además facilita la obtención de nutrientes disponibles en la tierra.
Barreras vivas: Esta técnica consiste en sembrar, de preferencia en curvas a nivel, plantas leñozas que puedan generar raíz para fortalecer la materia orgánica durante muchos años en terrenos de mucha pendiente.
Barreras muertas: Acción que consiste en acomodar restos de troncos o piedras en terrenos con mucha pendiente para evitar el escurrimiento de materia orgánica en terrenos de mucha pendiente y aprovechar mejor los nutrientes del suelo.
Corte de la hierba: La mayor parte de los agricultores acostumbra cortar la hierba a ras de suelo, pero los productores del Tacaná lo hacen a 2 o 3 centímetros de alto para evitar la erosión ocasionada por el escurrimiento de las lluvias.
Árboles de sombra nativos: La Cooperativa de Productores de Tacaná reforestan la zona y siembran cada año árboles nativos para generar hojarasca y crear una capa de materia orgánica que sirve de cobertura para el suelo.
Con estas técnicas, los agricultores de la región están haciendo una gran contribución al planeta. En este día, es necesario recordar que el suelo es uno de los recursos naturales más importantes para la vida, pues de aquí proviene el alimento que nutre al mundo.

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