En los últimos años, la variación del clima ha sido notable, así
como el aumento de la temperatura en la superficie terrestre. Esto significa un
alto riesgo para todas las formas de vida en el planeta.
Hoy,
la preservación del medioambiente se ha vuelto indispensable, lo que incluye su
aplicación en todos los procesos de nuestra vida cotidiana. Personas y
organizaciones deben estar comprometidas con esta misión y realizar acciones
permanentes para contrarrestar el riesgo ecológico.
Afortunadamente,
existen múltiples acciones que se pueden implementar, en la medida de lo
posible y con la participación de todos, para lograr un impacto positivo, tales
como: Manejo y reutilización de
deshechos; Transformación de residuos; Tratamiento de aguas residuales; Ahorro
de energía y fuentes alternas de generación de energía y Medición de gases de efecto
invernadero.
México
entiende la importancia de proteger el medioambiente. En abril de 2016, el país
firmó el Acuerdo de la Convención Marco de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático, y recientemente el gobierno presentó la
actualización de la Estrategia Nacional para la Implementación de la Agenda
2030 en Desarrollo Sostenible, con la que pretende dar a conocer las
prioridades nacionales para asegurar una vida digna a las próximas
generaciones.
Además
del compromiso del gobierno y de la población en general, la participación del
sector empresarial es vital para lograr objetivos de desarrollo sostenible
-como los acordados en el Pacto Mundial de la ONU.
En
ese sentido, vale la pena destacar que las contribuciones de las compañías, en
favor del desarrollo sostenible de nuestro país, pueden impulsar resultados
favorables en su labor comercial y reputación corporativa, además de generar
conciencia entre sus públicos.
En
el país, existen muchos ejemplos de organizaciones -de diversos sectores- que
ya han implementado procesos y mecanismos para ahorrar energía y agua, gestionar
residuos o controlar emisiones. Uno de tales ejemplos es Cooperativa La Cruz
Azul, que, con su adhesión a los Principios del Pacto Mundial de la ONU, asume
el compromiso de aplicar, respetar y promover los 10 principios del acuerdo. Uno
de los mayores compromisos de esta empresa es el manejo de los residuos
peligrosos. Por eso, desde hace más de 25 años, desarrolló un programa de
Combustibles Alternos, con el fin de contribuir a preservar el medioambiente y
ofrecer un servicio de coprocesamiento de residuos a diferentes entidades
federativas.
Los
beneficios de dicho programa están enfocados en tres principales lineamientos: Aprovechamiento
de residuos a través de su reciclaje energético, Sustitución de combustibles
fósiles con combustibles alternos formulados con residuos, contribuyendo a la
preservación de los recursos no renovables y a la reducción de costos y, Reducir
la contaminación de suelos, aire y agua; ocasionados por exposición y manejo
inadecuado de residuos.
Como
dato interesante, durante 2018, Cruz Azul coprocesó 3,339 toneladas de llantas
de desecho; 17,997 toneladas de residuos de manejo especial; 6,927 toneladas de
residuos peligrosos; y 1,558 toneladas de combustible alterno líquido, lo que
representa una sustitución del 9.44% de combustibles fósiles por combustibles
alternos. Asimismo, se ingresaron al proceso 3,738 toneladas de tierras
contaminadas y/o lodos con hidrocarburos.
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