La Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (Cepal) recortó su previsión de crecimiento para México a -9.1% en 2020
desde su pronóstico previo de abril, cuando estimaba que el PIB se contraería
6.5%.
El organismo estima una caída similar para la
economía de América Latina en su conjunto. Para este año, la Cepal prevé una
contracción de 9.1%, mientras que en abril pronosticaba un retroceso de -5.3%.
Los cálculos de la Cepal indican que la desigualdad
también aumentará en todos los países de la región. Según el índice de Gini, se
incrementará entre un 1.0% y un 8.0% en Latinoamérica, y para México el aumento
será de entre un 5.0% y un 5.9%.
Al respecto, la secretaria de Economía, Graciela
Márquez Colín, declaró que aceptó que el pronosticó de la CEPAL marca que se
vivirá un semestre significativamente a la baja, derivado de que la economía
estuvo cerrada por casi cuatro meses, y que sigue vigente el semáforo rojo en
buena parte del país. Siendo la esperanza de la 4T la reactivación que puede
brindar la entrada en vigor del T-MEC.
En su informe, el organismo de Naciones Unidas dijo
que la caída de la actividad económica redundará en que al cierre del año, el
nivel del PIB per cápita regional sea similar al observado en 2010.
El mayor impacto se produce en servicios como el
turismo, la aviación, alojamientos, restaurantes, entretenimiento y el
comercio, con excepción de los supermercados, farmacias y otros servicios
declarados como esenciales según el país, detalla.
Con la nueva estimación para el desempeño económico,
el número de desocupados llegaría a 44,1 millones de personas, 18 millones más
respecto al 2019, una cifra mayor a la observada durante la crisis financiera
2008-2009.
Debido a esto, la CEPAL estima que el número de personas
en situación de pobreza pasará de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones en
2020, cifra que representa el 37,3% de la población regional. Argentina,
Brasil, Ecuador, México y Perú verán los mayores incrementos.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN, SIN SER ATENDIDOS: SE
En otro tema, la funcionaria federal aceptó que la
SE no tienen y no contempla ningún tipo de ayuda económica a la industria
editorial o medios de comunicación, que en gran parte padecen de una crisis
severa, que se refleja en gran cantidad de despidos de su personal.
“Sólo se les podría apoyar si caen en las categorías
de jóvenes o mujeres emprendedoras, pues no existen recursos para apoyarles.
Los dineros de la dependencia federal se acabaron y como son fondos
revolventes, tenemos que esperar que la gente empiece a devolver los préstamos
y quizá ahí crear un modelo de apoyo al sector editorial”, dijo.
La crisis que atravesaban periódicos nacionales y
locales, así como estaciones de radio y portales web, se agudizó con la
emergencia sanitaria en donde el sistema Artículo 19 y organizaciones
defensoras de la libertad de expresión calculan que poco más de 10 mil
periodistas quedaron desempleados en el país en esta nueva normalidad.
Estimaciones de sociedad civil y datos preliminares
apuntan que 75% de las empresas que se dedican a este rubro en todo el país se
vieron fuertemente afectadas por el Covid-19, pues el gobierno federal ha
concentrado la publicidad oficial en pocas manos y se han disminuido los apoyos
en general a este sector empresarial.
Adicional a ello, la Secretaría de Gobernación
(Segob), a través del Padrón Nacional de Medios Impresos, endureció los
candados de las partidas presupuestales sobre publicidad oficial para los
periódicos y revistas.
Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa hizo
llamado a los gobiernos de América Latina acerca de los problemas de los medios
de comunicación de la región.
Les recordó que deben fortalecer el periodismo con la
introducción de incentivos fiscales y subvenciones para que las empresas
locales permanezcan abiertas, el fortalecimiento de la regulación sobre
propiedad intelectual, así como la inclusión de políticas fiscales más
equitativas en el ecosistema digital.
Mediante una carta remitida con “entrega inmediata”
o “carácter urgente”, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), les hizo un
perentorio llamado a los gobernantes de América debido a la difícil situación
financiera de los medios de comunicación del continente, acentuada por la
pandemia de la covid-19, que tiene al borde del colapso a la mayoría de medios
de los países de la región.
“La ausencia de un modelo económico claro y
universalmente sostenible pone en peligro el papel de los medios periodísticos
como proveedores de información confiable y de calidad, contra plataformas
tecnológicas globales donde pueden proliferar la desinformación y las noticias
falsas.
Esta situación se ha vuelto aún más crítica con la
pandemia de COVID-19 que afectó en forma dramática los ingresos y el capital de
trabajo de los medios periodísticos.
Muchos países desarrollados, especialmente de la
Unión Europea, han comenzado a abordar este problema global crítico mediante
políticas públicas, cuyo resultado fortalecerá la sostenibilidad del periodismo”,
dicta la misiva.
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