Ante un planeta que vive una seria transformación en materia climática y ambiental, las perspectivas de riesgo grave ante los desastres están aumentando. El pasado 15 de mayo dio inicio la temporada de huracanes 2023, el Servicio Meteorológico Nacional de México estima que se formarán entre 16 y 22 ciclones tropicales en el Pacífico y entre 10 y 16 en el Atlántico.
A pesar de que las
comunidades se preparan de manera constante ante situaciones de riesgo como lo
son los huracanes, sismos, incendios, etc., es una realidad que, en México, la
inclusión de los animales en los planes de emergencia es aún un campo poco
explorado y mucho menos ejecutado.
La importancia de
mantener a los animales a salvo de daños en un desastre radica no solo en el
hecho de que son seres sintientes y merecen ser considerados ante cualquier
situación que ponga en riesgo su vida, sino que los animales hoy en día forman
parte integral de las familias, cabe recordar que de acuerdo a datos
proporcionados en la Encuesta Nacional de Bienestar Autoreportado (ENBIARE) del Instituto Nacional
de Estadística, Geografía en Informática (INEGI) el 73.4% de mexicanos cohabita
con algún animal de compañía y que casi el 70% de hogares en nuestro país tiene
al menos un animal de compañía.
En muchas ocasiones las
personas se niegan a evacuar por temor a dejar a sus animales, esto porque las
opciones de albergues temporales para animales son pocas o nulas, la gente
prefiere quedarse en compañía de sus seres queridos ante una catástrofe, sin
importar la especie.
Pero además de la
obligación de protegerlos por el hecho de ser considerados parte de la familia,
para millones de mexicanos, los animales son una fuente de ingreso; debido a
ello, ante un huracán o algún otro siniestro, la pérdida de estos animales
representaría un revés emocional y económico.
Los huracanes impactan de
manera directa a las comunidades, mientras el periodo de emergencia puede ser
de unos cuantos días, la recuperación puede tomar años. La planificación que
incluya animales es vital en nuestras comunidades. Cuando se anticipa un
huracán u otra amenaza, es importante seguir las indicaciones de Protección
Civil o de las autoridades locales de prevención de desastres, y contar con
lámpara, radio y mochila de emergencia, entre otros elementos básicos de
supervivencia. Pero, además, es vital considerar métodos de evacuación y
refugios temporales para las personas que huyen con sus animales.
La conciencia está creciendo y aún queda un largo camino por recorrer, pero con simulacros, preparación y educación, podemos ayudar a garantizar que los huracanes y otros desastres tengan un impacto menor en las comunidades, las personas y los animales que residen en ellas.
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