Científicos
de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb),
del Instituto Politécnico Nacional (ipn),
estudian la reproducción y fases de desarrollo de la medusa australiana, una
especie que puede poner en riesgo a la industria pesquera del Golfo de México.
También conocida como Phyllorhiza
punctata, esta medusa ha habitado las costas de Veracruz desde 2006,
y ha ido incrementando en cuanto a número de ejemplares registrados anualmente.
José Alberto Ocaña Luna, doctor investigador del Departamento de
Zoología de la encb, advirtió
que este tipo de medusa ha logrado prevalecer en aguas de nuestro país debido a
las condiciones ambientales, temperatura del agua, corrientes marinas y a la
gran cantidad de zooplancton que hay en la zona, el cual es su principal
alimento.
“En México, las larvas de esta especie penetran los primeros meses del
año, entre febrero y marzo, en el sistema de Mandinga, a través de corrientes
de marea con la ayuda de los vientos del norte y un cambio de circulación
costera, además de las condiciones oceanográficas”, explicó el especialista.
En comunicado de prensa se dio a conocer que otro factor importante para
la proliferación de esta especie en aguas nacionales son las embarcaciones, ya
que un ejemplares de ésta medusa pueden venir en el agua de lastre o adheridas
a organismos que se encuentran incrustados o pegados en los propios barcos.
Para llegar a un completo desarrollo,
le toma cuatro meses aproximadamente a esta medusa alcanzar su edad adulta,
tiempo en el cual contará con una campana de 35 centímetros de diámetro y un
peso cercano a los seis kilogramos.
“Cuando una Phyllorhiza
punctata alcanza la etapa adulta, aunada a una población
numerosa de este tipo de medusa, es posible que atasque las redes de pesca e
impida la captura de especies comerciales, como el camarón”, advirtió Ocaña
Luna.
Ante una alternativa de mitigación o control de la medusa
australiana, el doctor de la encb señaló
que ninguna es posible, debido a que los pólipos o fase asexual de la especie
son difíciles de detectar, y añadió que, cuando un pólipo se adhiere al
sustrato o roca marina, desprende gran cantidad de larvas que, bajo las
condiciones oceanográficas adecuadas y la alimentación rica en zooplancton,
contribuye a su propagación.
Asimismo indicó que la disminución en
la población de esta medusa podría suscitarse sólo ante cambios ambientales o
una condición propia del organismo que le impidiera sobrevivir.
Como parte de los estudios realizados por el grupo de
investigación liderado por Ocaña Luna y la colaboración del Acuario de
Veracruz, se ha realizado un registro de la cantidad de zooplancton y medusas
australianas que hay año con año.
Luego de haber recolectado ejemplares de diversas tallas en la
Laguna de Mandinga, el equipo de trabajo dirigido por el doctor Ocaña
actualmente estudia los sacos gástricos de la medusa y realiza un análisis
histológico de la misma para así conocer a detalle las distintas etapas de
desarrollo de la especie.
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