En el marco del Día Mundial de los
Océanos, Greenpeace celebra que las zonas marinas que se encuentren dentro de
Reservas de la biósfera, Monumentos naturales, Áreas de protección de flora y
fauna y Santuarios, también serán protegidas, de acuerdo con las recientes
modificaciones en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente (LGEEPA).
Con estos
avances en la legislación se podrá proteger y preservar los ecosistemas marinos, regulando
el aprovechamiento sustentable de flora y fauna acuática en las zonas marinas
mexicanas, pudiendo extenderse, incluso, a la zona federal marítimo terrestre
contigua y limitar el tráfico de embarcaciones en sus zonas núcleo.
Sin embargo, la
normatividad actual sigue siendo insuficiente
para resolver la problemática de los ecosistemas marinos en nuestro país donde sólo
1.38 por ciento de los ambientes oceánicos nacionales está protegido bajo algún
decreto de Área Natural Protegida (ANP) lo que indica grandes vacíos en la
conservación de la biodiversidad marina y falta de representatividad de los
ecosistemas dentro del sistema de ANP del país.
“Es urgente la implantación de más decretos de reservas marinas,
con buenos programas de manejo y efectivos esquemas de cumplimiento”, indicó
María Colín, representante legal de Greenpeace México. Es fundamental que la
expansión de los sistemas de protección se haga de una forma estratégica en
aquellos sitios con mayor diversidad que enfrentan graves amenazas.
La importancia ecológica de las
reservas marinas es indiscutible, ya que se protege a las comunidades y los
ecosistemas más vulnerables, especies de lento crecimiento y endémicas. Es por ello que desde 2006,
Greenpeace lanzó una campaña promoviendo la creación de una red de reservas
marinas en el Golfo de California.
Para ilustrar su
importancia, dentro de los propios límites de las reservas marinas ya creadas
se ha registrado un incremento de la vida marina (biomasa) de hasta 446 por
ciento; un 166 por ciento en el número de organismos (densidad); y en tamaño,
los animales pueden desarrollarse hasta un 28 por ciento más. Además, la
diversidad de especies puede incrementarse en un promedio de 21 por ciento.
En México tenemos la reserva
marina más robusta del mundo: Cabo Pulmo. En donde el número total de peces en
el ecosistema de la reserva se incrementó a 463 por ciento de 1999 a 2009
gracias a la protección emprendida por la comunidad local.
Al mismo tiempo, en nuestro país
50 por ciento de la producción pesquera proviene del Acuario del Mundo (Golfo
de California). Esta sobreexplotación ha llevado a las pesquerías de esta
región al límite de su aprovechamiento. Lo mismo pasa en el resto del país,
donde el 90 por ciento de las pesquerías se encuentran al límite de su
aprovechamiento o en deterioro.
A nivel mundial, en 2006 había
4,500 áreas marinas protegidas (con varias categorías, desde no extracción hasta
usos múltiples) cubriendo 2.2 millones de kilómetros cuadrados (km2),
equivalente al 0.6 por ciento de los océanos y solamente el 0.1 por ciento están
completamente protegidas de actividades extractivas y la mayoría sufre de un
manejo deficiente y un débil cumplimiento.
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