Juan Carlos
Machorro
Ante las
afectaciones de la mano del hombre y que ha provocado graves daños y
contaminación de los mares y océanos del mundo, han propiciado que expertos
internacionales en ciencias ambientales, sociales e interesados en proteger a
los ecosistemas del fondo marino, se reunieron con el propósito de desarrollar una
iniciativa y un plan de acción para la administración del mar profundo del
planeta.
Por
parte de México se contó con la presencia del Instituto de Ciencias del Mar y
Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de
Diversidad Marina y Conservación del Scripps Institution of Oceanography, con
apoyo de la Fundación JM Kaplan, así como el International Network for
Scientific Investigations of Deep-Sea Ecosystems (INDEEP),
la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y
la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Cabe
mencionar que el fondo marino alberga gran diversidad de ecosistemas: dorsales,
trincheras, planicies abisales, cantiles, diapiros, ventilas hidrotermales, infiltraciones
de hidrocarburos y metano, así como zonas de oxígeno mínimo. Algunos son
altamente vulnerables, como los cañones y montes submarinos, que alojan
hábitats complejos de corales y esponjas de profundidad.
Estos
ecosistemas funcionan como oasis arquitectónicamente elaborados que dan refugio
y agregan en abundancia a diversas especies oceánicas de peces e invertebrados.
Gran parte de la fauna de estos sitios es endémica, altamente especializada,
adaptada a condiciones tróficas poco usuales y a presiones hidrostáticas
extremas; además, se caracteriza por su crecimiento lento y tasas de
reproducción bajas.
Se habló
que entre algunas de las actividades que ya afectan la diversidad biológica de
los ecosistemas profundos son: la pesca de arrastre en los fondos marinos y
otras artes de pesca pasivas que al momento alcanzan profundidades de hasta 2000 m y provocan fuertes
daños, especialmente a los hábitats de corales de aguas frías y a agregaciones
de esponjas en los montes submarinos; y la explotación de gas y petróleo en
aguas de hasta 3000 m
de profundidad, con riesgos de derrames que crean condiciones de hipoxia (carencia
de oxígeno).
Este Plan
de Acción para la administración de los mares profundos del planeta considera
las siguientes actividades de interés: 1) Identificar prioridades de
conservación, especialmente aquellas que requieren de acción inmediata. 2)
Definir las consideraciones regionales y multisectoriales, además de los retos
y necesidades requeridos para la administración de sus bienes y servicios. 3)
Evaluar el estado de su conocimiento para identificar vacíos de información. 4)
Valorar las herramientas existentes para administrar sus ecosistemas y
establecer estrategias en las áreas de economía, política y conservación. 5)
Identificar facilidades, infraestructura, fuentes de financiamiento potencial y
otros recursos apropiados para atender la problemática reconocida actualmente.
Los
océanos cubren 71% de la superficie del planeta, de ésta, 90% corresponde al
mar profundo. Dada su vastedad, complejidad de sus procesos y costos elevados
para su estudio, la comunidad científica tiene un conocimiento limitado de los
servicios ambientales que el mar profundo aporta al planeta y de los tiempos y
escalas espaciales de su recuperación. Proteger la diversidad e integridad de
los ecosistemas del mar profundo más allá de la jurisdicción nacional de los
países, y promover la sustentabilidad de sus bienes y servicios a nivel global,
requiere de diversos elementos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario