Se dio a conocer que el espectáculo
de música, teatro y danza, La llorona cumple XXVI años de presentarse de forma
ininterrumpida en la zona ecológica y chinampera de Xochimilco, en la laguna de
Tlilac, siendo su punto de embarque el Embarcadero Cuemanco.
Cabe recordar que “La Llorona” está
basada en una de las leyendas con mayor arraigo dentro de la cultura mexicana y
al cumplir su primer cuarto de siglo se ha enraizado en un escenario natural
único con sus canales y chinampas, las cuales se convierten en protagonistas y
el lugar idóneo para su representación en un espacio que se define como único
en el mundo.
Esta obra cuenta con más de 600 representaciones
que año con año, envuelven al público en ese místico y majestoso mundo creado
por la luna de octubre y noviembre, así como por los canales, fieles guías que
nos invitan a viajar al pasado.
El trabajo en conjunto de éstas
disciplinas busca hacer conciencia para el rescate de Xochimilco, nombrado
“Patrimonio Cultural de la Humanidad” en 1987 por la UNESCO, y más tarde, en
2011, incorporado a la Asociación Mexicana de Ciudades Patrimonio, y cuyas
chinampas fueron oficialmente reconocidas como sistema importante del
Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) como patrimonio agrícola Mundial Por la
Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
en el 2018.
Los objetivos que se pretenden
alcanzar con esta propuesta son: difundir el gusto por las leyendas, valorar y
conservar nuestro entorno natural e impulsar la investigación histórica de la
región y que más personas visiten el embarcadero descubriendo una oferta
turística rica en cultura, arte y tradición en medio de un lugar incomparable,
es decir, la zona lacustre de Xochimilco en un ambiente nocturno.
Cada año La llorona dedica su
temporada a un momento histórico o celebración relevante para nuestro país,
este año conmemoramos los 100 años de la muerte del Caudillo del Sur, el
General Emiliano Zapata personaje sobresaliente de la historia de México.
En sus principios tras la reunión de
agricultores, chinamperos, remeros de trajineras y gente de la propia comunidad
xochimilca, surge la iniciativa para desarrollar un proyecto, cuya meta era la
de ofrecer un espectáculo multidisciplinario que integrase música, teatro y
danza; que resaltara los valores y cultura que ellos como Xochimilcas heredaron
de sus antecesores; que ofreciera la oportunidad de realizar un paseo en Trajinera,
por los canales, dentro de un espacio natural, en donde la convivencia en
familia y entre familias fomentara los lazos fraternos que nos unen como
mexicanos.
Al ser el referente más importante de
lo que aún se conserva de la zona lacustre de la Cuenca de México, la zona
chinampera de Xochimilco es el lugar ideal para la realización de este
espectáculo; un sitio donde sus habitantes se resisten a dejar morir su cultura,
sus tradiciones, creencias y celebraciones.
Caso particular ocupa el Día de
Muertos, fecha en la que la comunidad participa, con la colocación de las
ofrendas en las casas; la visita a los panteones para velar a sus familiares, y
la tradicional “calavereada”, en la que chicos y grandes van de casa en casa
pidiendo “calaverita”. Es gracias a esa tenacidad para conservar las
tradiciones, que dentro del marco de esta celebración, tan importante para los
mexicanos, el Embarcadero Cuemanco y el grupo artístico NAHUI TEOTLS formado
por artistas de varias disciplinas, así como de prestadores de servicios
turísticos, y la comunidad, recibe a sus visitantes con esta puesta en escena,
basada en la tradicional leyenda de la Llorona.
LA OBRA
La
obra versa en que en el Xochimilco de 1521 se
han extendido los rumores acerca de la llegada de extraños hombres de piel
pálida y ropajes de metal, Nahui es una noble Xochimilca hermana del Señor
Xochimilca Yaotécatl. Cuando los extranjeros llegan a Xochimilco Yaotécatl se
ve tentado por una oferta difícil de ignorar y Nahui emprende una lucha por
evitar que la tragedia se apodere de su pueblo.
Esta historia se desarrolla en el momento en
que Xochimilco es uno de tantos pueblos tributarios a la Gran Tenochtitlan,
después de haber sido vencidos y conquistados por el pueblo mexica, Xochimilco
se ve obligado a brindar fuerza de trabajo, cosechas y tierras al Imperio.
Yaotécatl, Señor Xochimilca se aferra al
pasado y manifiesta descontento con esta situación, por lo cual entra en
controversia con Nahui, su hermana, una noble Xochimilca con una inteligencia
equiparable a su gran belleza y sobretodo, un inmenso amor por esta tierra y su
gente.
Con el anuncio de la llegada de hombres de
tierras lejanas, el pueblo Xochimilca encabezado por Yaotécatl se prepara para
tener su primer contacto con ellos con la incertidumbre del resultado de este
encuentro. Nahui, advierte el peligro con la llegada de estos seres y de
inmediato se opone a recibirlos en tierras xochimilcas, sin embargo, Yaotécatl
atendiendo a sus impulsos decide lo contrario, dejando que los españoles
permanezcan cerca hasta decidir el rumbo que tomarán.
Con el paso del tiempo la paciencia de los
extranjeros comienza a acabarse y sus verdaderos motivos salen a la luz, Nahui
sabe el peligro que se asoma y decide tomar la responsabilidad de proteger a su
pueblo en sus manos; Yaotécatl, quien ha salido de Xochimilco rumbo a
Tenochtitlan es recibido con danzas y canto por su gente, pero también por el
fuego del invasor, que destruye todo a su paso.
Nahui regresa a su tierra devastada y
sacrificando su vida y la de su hijo se ofrenda a Cihuacóatl en busca de
justicia y como muestra de permanencia pese a la adversidad, siempre en lucha,
siempre buscando la libertad que nos fue negada.
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