El cambio climático (CC) acarrea un sinfín de daños y repercusiones en las naciones subdesarrolladas afectando sus finanzas en cantidades que año con año irán al alza, esto fue informado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), que citando el Informe de Nicholas Stern, indica que la pérdida mundial provocada por los eventos hidrometeorológicos extremos ascendió a un total aproximado de 83 mil millones de dólares durante la década de 1970, período en que se presentaron 29 eventos de gran envergadura y que para los años 90s paso a 74 de este tipo de acontecimientos que alcanzaron un costo de 400 mil millones de dólares.
Dicho informe soslaya que los huracanes, inundaciones, lluvias torrenciales, deslaves, sequias, entre otros fenómenos naturales que se recrudecen por el CC en promedio han costado el 5 por ciento del Producto Interno Bruto de los países subdesarrollados, además que el 96 por ciento de las muertes relacionadas con desastres mundiales ocurren en dichas naciones.
Además estima que en las zonas áridas y semiáridas del planeta la incidencia de sequias se ha cuadruplicado de 12 a 48 episodios anuales desde 1975 y que se pierden anualmente 42 mil millones de dólares por el decaimiento de la productividad agrícola que repercute en la crisis alimentaria global.
Por citar el caso de México, es un país catalogado como uno de los más vulnerables, debido a que 15% de su territorio, 68% de su población y 71% de su PIB se encuentran altamente expuestos al riesgo de impactos directos del CC, cabe mencionar que 20 millones de personas habitan en áreas expuestas al impacto de huracanes. Daños climáticos que en los últimos 20 años han arrojado pérdidas de 4 mil 400 millones de dólares y más de 3 mil fallecimientos.
Entre las respuestas oficiales a estos aconteceres está la implementación del Consejo Nacional de Protección Civil; conformación del Atlas de Riesgos de México y el Sistema de Alerta Temprana contra huracanes, acciones que destacan por ser reactivas más no preventivas de los asentamientos irregulares de comunidades en zonas de peligro, de la edificación de complejos hoteleros que destruyen al mangle –barrera natural contra los huracanes-, daños industriales en costas por complejos petroleros, industriales y turísticos, entre otros males que aumentan en poder la destrucción del CC.
Aunque las estimaciones del número de escalonamiento del huracán Katrina en la tesorería son muy imprecisos, los costos están determinados a subir a 200 mil millones en las próximas semanas. La contabilidad final podría acercarse a los más de 300 mil millones de dólares gastados en cuatro años para combatir en Afganistán e Irak.
En 1992, la devastación del huracán Andrew en la Florida y Luisiana costó 35 mil millones. El precio para el temblor de magnitud 6,7 en el área Northridge de Los Ángeles en 1994 fue de $ 15 millones a 20 mil millones de dólares.
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