Este estudio fue presentado por primera vez en 1998, convirtiéndose en un recurso importante para ayudar a los actores vinculados a las políticas públicas a comprender y atender las amenazas contra los arrecifes. Por primera vez, ahora, el análisis abarca las amenazas producto del cambio climático, incluyendo el incremento tanto en la temperatura de los mares, como en la acidificación de los océanos.
Este reporte es una muestra de que las presiones locales —como la sobreexplotación de la pesca, el desarrollo costero y la contaminación— representan el riesgo más inmediato y directo, amenazando más del 60 por ciento de los arrecifes de coral en la actualidad.

“Revisión de los Arrecifes en Riesgo” fue dado a conocer por el Instituto de los Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), junto con The Nature Conservancy (TNC), el Centro WorldFish, la Red Internacional de Acción a favor de los Arrecifes de Coral, la Red Global de Monitoreo de los Arrecifes de Coral y el Centro de Monitoreo de la Conservación Mundial del Programa Ambiental de las Naciones Unidas, así como una red de más de 25 organizaciones.
“El reporte tiene que ver con la gente, al igual que con la naturaleza”, dijo Mark Spalding, principal científico marino de TNC y coordinador del reporte. “Los arrecifes de coral mantienen nuestras fuentes de comida estables, son como un imán para el turismo y producen compuestos que usamos en nuestros medicamentos para salvar vidas de padecimientos como el cáncer, enfermedades cardiacas y el VIH. Si aseguramos el bienestar de los corales, también resguardamos el futuro de los humanos”, agregó.
Los impactos de las presiones locales —especialmente la sobreexplotación pesquera y la pesca destructiva—ya pueden observarse en la mayoría de los arrecifes, además de que las áreas coralinas bajo estas amenazas se incrementaron en 30 por ciento desde 1998. Las presiones globales también aumentaron, ocasionando el blanqueamiento del coral por el incremento cada vez mayor en las temperaturas marinas y de la acidificación oceánica a consecuencia de mayores concentraciones de dióxido de carbono. De acuerdo con este nuevo análisis, de no tomar medidas, el porcentaje de arrecifes amenazados subirá a más de 90 por ciento para 2030 y de casi el 100 para 2050.
“El futuro de los arrecifes de coral es cada vez más desolador, pero nuestro reporte también aporta datos esperanzadores”, declaró Spalding y añadió que: “en numerosos lugares del planeta, las comunidades se han levantado para enfrentar el reto y han logrado revertir los impactos sobre sus arrecifes. Debemos tomar estos ejemplos y transformarlas en estándares globales”.
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